Negritud, avances y retrocesos

La negritud casi siempre se ha relacionado con el imaginario de lo “negativo” o lo “turbio” y esto no es casualidad, como tampoco es casualidad que el color blanco representa la “pureza”, la “limpieza” o la “virginidad” (conceptos históricamente asociados a lo positivo). Sin embargo, en contadas ocasiones se realiza un esfuerzo por llevar la negritud a la “verdadera puesta escena de políticas públicas que no se resistan, ni se empeñen a cada gobierno de turno, pues este gesto, considerado “avance” e inclusión lejos de representar a una sociedad que presume de avanzada y diversa, casi siempre esconde intenciones muy concretas.

La negritud ha sido históricamente invisibilizada en muchos aspectos, pocos son los noticieros que cuentan con representación de personas Afrodescendientes, tampoco hay duda de que no se cuenta con personas racializadas en los históricos partidos políticos, ni moderando eventos, ni como protagonistas de series o películas y, cuando lo hacen, lo hacen simplemente como “personas negras”, sirviendo únicamente para ensalzar la figura del o la protagonista.

Hay muchas formas en las que la negritud ha sido utilizada en beneficio del capitalismo y como alimento de la explotación racista y esclavista que sigue reduciendo a las personas negras a meros objetos es así que tanto, empresas, partidos políticos y organizaciones presumen de “diversidad” incluyendo a personas negras o no-blancas en sus campañas, para después implementar políticas y acciones que atentan directamente contra la dignidad de las mismas y que solamente alimentan las desigualdades basadas en el color de la piel.

El avance real como sociedad y la aparente superación de la negritud, desgraciadamente, no consiste ni se basa únicamente en incluir a personas negras al lado (siempre al lado) de personas blancas-mestizas. El avance real y el inicio de la deconstrucción de los cimientos discriminatorios, pasa por un tema de verdaderos procesos y liderazgos.

[email protected]