Negociar con los principios

“Estamos ante la primera generación de jóvenes que van a vivir peor que sus padres, pero es una generación criada entre algodones que no está acostumbrada a la lucha”. (Petras, 1996)

Se aprobó la “ley humanitaria” con 74 coimas a favor. Perdón, votos. Y es una pena saber que la ley, de humanitaria no tiene nada, al contrario convierte a los trabajadores en “cuerpos desechables” del sistema, una ley que es retroactiva con los derechos.
Quisiera decir que no olvidemos los partidos que votaron a favor: AP- CREO – ID – SUMA. Pero es un tanto inútil, muy probablemente para el 2021 la memoria de los ecuatorianos esté borrada. Sin embargo, de entre esos votos es una pena saber que incluso Pachakutik esté involucrado ¡Qué postura tan incoherente! Y una Izquierda Democrática que para nada es de izquierda y peor demócrata, los votos de la vergüenza.

Ahora, ¿En quién podemos confiar? Si llegan al poder por llegar, no para generar cambios o cuidar procesos, tener poder solo por tener.
Ocles parece ser el chivo expiatorio y Salazar el “títere maldito” de toda esta mala película de terror, una pena por el pueblo afro. Luego tenemos a Romo quien ha tomado el poder para destruir, no para construir, una pena por el movimiento feminista quien quizá en algún momento de la vida, la vio como referente. Luego, Eddy Peñafiel que votó a favor del FMI, una pena por el movimiento indígena. Nos dejan a los jóvenes sin piso, en nadie en quien confiar en este Estado devastado que por donde se le pinche, sale pus. Debe haber un cambio generacional urgente pero debemos prepararnos.
Qué triste, darse cuenta que los principios siempre quedan al último.
A pesar de que todo este tiempo nos hemos puesto mascarilla y visores, nos han visto la cara.
¡Qué triste todo esto, qué triste!

Rogelio Durán