¡Me pegaré un tiro!

César Ulloa Tapia

Iniciamos septiembre y con la distancia de nueve años, me pregunto: “¿Qué será de Megan?”. Esa niña bautizada por la revolución ciudadana, que nació en plena revuelta policial del 30-S de 2010. Para Alianza PAIS ese día triunfó la democracia, como si por democracia se pudiera entender un modelo autoritario.

La Constitución diseñó un sistema hiperpresidencialista, estatizó la participación ciudadana y promovió el amarre en la designación de autoridades de control con un Consejo de Participación Ciudadana que liquidó la decencia nacional.

El 30-S, marca publicitaria patentada por el más recalcitrante correísmo, significó un día de caos y desconciertos. El expresidente Rafael Correa enfrentó la revuelta policial y la de varios miembros de las Fuerzas Armadas, quienes estuvieron en contra de las reformas a la Ley Orgánica de Servicio Público.

Correa entró al Regimiento Quito como en las películas del viejo oeste. Se abrió la camisa y con gritos destemplados enfrentó a los huelguistas quienes, según sus acólitos y él mismo, lo querían asesinar, porque no reconocían, entre comillas, todo lo que el Gobierno había hecho por la Policía.

Con las nuevas investigaciones sobre lo que ocurrido, vale traer al análisis el libro que escribió el general, Ernesto González, ‘Testimonio de un Comandante’, quien desbarata la tesis del golpe de Estado. Él estaba al frente de las FF.AA. en ese momento. ¿Pudo haber un golpe de Estado cuando Correa seguía gobernando desde el Hospital de la Policía y atendiendo entrevistas para medios internacionales?

Los revolucionarios tendrán que excusarse de llevarle un regalito de cumpleaños a Megan, porque están entretenidos en defenderse de los actos de corrupción de ‘Arroz Verde’ y el Caso Majano, entre otras tantas perlas. ¡Feliz cumpleaños Megan, anticipado! .

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