Luis Andrade Galindo

Luis Andrade Galindo nació en la ciudad de Cotacachi, provincia de Imbabura, el primero de diciembre del año 1.943. Sus padres don Luis Hermógenes Andrade Proaño y Angélica María Galindo Andrade. Su padre, educador de varias generaciones, Director Provincial de Educación de Imbabura.

De niño fue a vivir con la familia a la ciudad de Ibarra en la década de los 40 y 50. Estudió en el Jardín de Infantes María Montessori, en las escuelas 28 de septiembre y América y en el Colegio Nacional Teodoro Gómez de la Torre, donde se graduó de bachiller en Humanidades Modernas. Después viajó a la ciudad de Quito, ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador y obtuvo el título de doctor en Derecho

Regresó a la ciudad de Ibarra y trabajó de profesor de los colegios Teodoro Gómez de la Torre, Particular Sánchez y Cifuentes, Sagrado Corazón de Jesús y Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Sede Ibarra, desde su fundación en 1.976 hasta la jubilación patronal.

Durante más de 25 años ejerció como abogado en el libre ejercicio profesional. Luego fue ministro interno de la Corte Superior de Justicia de Ibarra, presidente de la Primera Sala y presidente del Honorable Tribunal Penal de Imbabura.

Concejal municipal de Ibarra por pedido del General Guillermo Rodríguez Lara; alcalde por elección popular, con el partido político Democracia Popular, de 1.978 a 1.984; representante por Imbabura, a la Asamblea Nacional Constituyente de 1.997. Presidente de la Casa de la Cultura, Núcleo de Imbabura.

Publicó obras de temas jurídicos, históricos y literarios: La Sociedad Anónima en el Ecuador; Retazos de Existencia; Hombre, Derecho y Sociedad; Presencia Poética de Imbabura; Informe de mi Gestión Municipal y Nuestra Casa. Colaboró permanentemente en el periódico y la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Recibió múltiples reconocimientos: Condecoración Nacional al Mérito Cultural otorgada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, matriz Quito, en el cincuentenario de su fundación en 1.994; Condecoración Nacional de la Confederación Ecuatoriana de Empleados Municipales del Ecuador en 1.984; Condecoración Jaime Chávez Granja al Mérito Cultural asignada por la I. Municipalidad de Cotacachi en 1.993 y Medalla Pilanquí entregada por el núcleo provincial de la Casa de la Cultura en 1.997.

Le despedimos con un cariñoso adiós y le recordaremos como a un muchacho que se despertaba con la música de los pájaros y soñaba con el verano como el goce más querido.

Hizo del sol y la luna, de la aurora y el ocaso, imágenes vivas de lo que buscaba en el mundo. Testigo del amor, de la tempestad y del cielo despejado. El verano será para siempre, no sólo en su epitafio, sino en su obra, en su manera de caminar, de vestirse, de estar con los amigos, de apreciar la realidad en las calles cuando salía y visitaba una ciudad solo para saber adónde había viajado la admiración que dejó su obra literaria.