La táctica

Jorge Oviedo Rueda

Dicen que la mala poesía es extremadamente sincera. Sí, el poeta de ocasión describe con realismo brutal sus sentimientos. No es que la poesía verdadera no sea sincera, pero logra envolver los sentimientos en una capa primorosa de belleza.

En el periodismo es recomendable el lenguaje directo. Un periodista tiene que aprender a llamarle pan al pan y vino al vino. Su ámbito de influencia no da para permitirse licencias poéticas.

Claro que hay periodistas que no son francos, sino simplones. Es el caso de uno que fue enjuiciado por Correa y ahora anda diciendo que la oposición, es decir, “los que no creemos en Moreno” debemos apoyar el ‘Sí’ para “terminar de enterrarlo (a Correa). Después nos encargaremos de Moreno”. Esa es la táctica de la oligarquía.

Nada revela con tanta nitidez el papel real de la consulta como esta opinión. La oligarquía, entre sombras, dice: “Deja que este papanatas tire la primera piedra, nos quitamos de en medio al ‘cuco’ y luego le hacemos creer que es el mejor presidente del mundo, de paso dejamos el camino expedito para los grandes negocios de la mega minería. ¿Para qué arriesgar el pellejo si tenemos un cojudo que lo puede hacer por nosotros?”.

Esa es la táctica de la derecha, como parte de la estrategia eterna de su dominación. Durante cerca de cincuenta años manejaron la figura de Velasco Ibarra, títeres como Mahuad, Gutiérrez, Bucaram fueron solo comparsa inocua y, a un chúcaro como Correa, que jamás atentó contra sus intereses, pero que por lo menos les recordaba lo ladrones que son, no lo perdonarán jamás.

Nadie puede ni siquiera atreverse a abrir la ventana de la cloaca. Esta república es de la oligarquía, de recaderos como Palacio o de cómplices como León Roldós Aguilera. ¡El resto no cuenta, es puro relleno!

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