Frontera norte

Richard Salazar Medina

La cosa está que arde. Tres periodistas fueron secuestrados; es prioridad traerlos de vuelta con vida. Se percibe mucha desorientación, cual si no existiera estrategia. Pero me niego a pensar que no exista. En este escenario, mucho se ha dicho respecto de la responsabilidad del anterior gobierno, por haber desmantelado las Fuerzas Armadas, que tienen la función de precautelar el territorio nacional de amenazas externas, como los grupos insurrectos de Colombia.

Se dice que la Senain hace 4 años alertó que esto podía suceder cuando las FARC se incorporaran a la vida civil en Colombia. Aparte de su deducción, obvia y pueril, me pregunto, ¿cómo se dan atentados y secuestros si existe una Secretaría de Inteligencia, que se supone previene y desmonta este tipo de eventos antes que ocurran? Pero la Inteligencia correísta tenía la única consigna de espiar y perseguir a quienes criticaban o denunciaban al Gobierno. ¡Vaya labor!

La presencia de estos grupos en Ecuador no empieza con el correísmo; pero ello no lo exculpa. En 2004 una Misión de la ONU alertó de graves actividades irregulares en las provincias de la frontera norte, relacionadas con grupos de Colombia que fácilmente se filtraban, dada la pobreza y la ausencia histórica del Estado. Luego de ese informe, agencias de la ONU ejecutaron varios proyectos de desarrollo económico, infraestructura, así como de apoyo a la salud, la educación y servicios sociales, coordinando con el denominado Udenor, creado en 2001, que luego pasó a llamarse Plan Ecuador.

Eso representó una enorme ayuda no solo por sus beneficios directos, sino porque había mayor presencia de instituciones en la zona; sin ello, los pobladores quedan en alta vulnerabilidad, sin formas de subsistencia. El gobierno de Correa desmanteló UDENOR y Plan Ecuador y no existe un programa que los reemplace. El Estado sigue ausente, aunque haya vallas de la seudorevolución. La responsabilidad de Correa es completa. Resta por verse qué va a hacer el actual gobierno para no seguir acumulando culpas, secuestros y sangre. ¡Nos faltan 3!

[email protected]