Enrique Ayala Mora: un justo reconocimiento

El Concejo Municipal del Distrito Metropolitano de Quito, en sesión solemne y especial conmemorativa de los 486 de la Fundación de Quito, dentro de su selecta agenda del 6 de Diciembre, incluyó la entrega de la Condecoración “Federico González Suárez” al Doctor Enrique Ayala Mora, distinguido profesional ibarreño, en reconocimiento a la brillante trayectoria desplegada a través de su existencia vital en numerosos campos del quehacer ciudadano.

Con frecuencia ocurre que este tipo de reconocimientos van ligados a sesgos perversos de orden político, clientelar, o de protagonismos que buscan figuración para satisfacer protagonismos que llenan intereses mezquinos de doble vía.

En el presente caso –como en muchos que han tenido el mismo sello- la decisión ha sido más que acertada, pues con este reconocimiento no solamente que se honra la personalidad del homenajeado, si no que la entidad municipal se honra a sí misma, y confiere una impronta de ejemplo a las generaciones presentes, exaltando los valores humanos que adornan a individuos que han generado esfuerzo, sacrificio, dedicación permanente de su tiempo y su vida a tareas sociales, cívicas, de investigación de nuestras raíces y de nuestra identidad.

El doctor Enrique Ayala con su obra y su labor ocupa un lugar importante en la cátedra, en la sociología, en la historia, reconocida dentro y fuera del país, por lo cual el ente municipal amerita igual una felicitación por su acertada y unánime decisión.

Pero, el Doctor Ayala, como ibarreño merece también nuestro reconocimiento citadino y la ratificación de que su valía intelectual y académica tiene connotaciones que traspasan las fronteras del propio país, por lo que a su patria chica debe embargarla un timbre de sano orgullo y confortación ante un valor humano gestado en nuestro barro citadino.

Desde este espacio nuestra enhorabuena personal y los deseos de que nuestro coterráneo nos siga entregando todo su esfuerzo y su mente lúcida para sumarse y engrosar, con sus valiosas experiencias, a los esfuerzos de una sociedad por columbrar un desarrollo digno y solidario para las nuevas generaciones.