El tiempo, el implacable tiempo

“El tiempo sabrá reconocer lo bien que hemos manejado la economía”, dijo el expresidente en uno de sus llamados ‘informe de labores’ semanales, popularmente conocidos como ‘sabatinas’. Ahora el tiempo y los datos que afloran sobre el estado real de la economía revelan que su afirmación era falsa, que se basaba en datos inconsistentes o falsos y que, en el mejor de los casos, el economista no sabía lo que estaba diciendo.

Es la tolerancia fuente de paz y la intolerancia fuente de desorden y pelea”. Pierre Bayle Filósofo francés (1647- 1706).

Eran tiempos en los que un sector de su partido, con él a la cabeza, procuraba que, efectivamente, en el tablero político un posible cambio de mando les favoreciera y que todo siguiera igual. Nunca pudieron prever que el presidente, Lenín Moreno, nunca sería el relevo para ellos: cómodo, tranquilo, despistado, manejable y sin criterio propio al que aspiraban hacer actuar como un dócil personaje de un teatro de títeres.

El tiempo les dijo que a sus falsas evaluaciones económicas sumaron una pobre ponderación de sus cuadros, que se tradujo en una vergonzosa espiral de corrupción. También se equivocaron al calcular que seguirían contando con una Función Judicial que se haría de la vista gorda ante una corrupción de grueso calibre que protagonizaron quienes tenían por ‘gente de confianza’. Y, además, que una fiscalización real brillara por su ausencia.

La inteligencia se caracteriza por una incomprensión natural de la vida”. Henri Bergson Escritor, profesor, filósofo y sociólogo francés (1859-1941)

La propaganda agobiante sobre los ‘logros’ de la revolución ciudadana, que con recursos estatales llevaron adelante, a ellos mismos los condujo a tener una apreciación miope de la realidad. “Lo hemos hecho bien”, repetía el expresidente, hoy autoexiliado en un confortable y aparentemente seguro Primer Mundo. El tiempo, a él, y a sus adláteres, les ha dado un portazo en las narices.