El populismo es el problema

El Programa Cuatrienal de 2017 a 2020 se caracteriza por una prudencia y modestia que nos sumergen en un mar especulaciones no muy positivas y de cierta manera descorazonadoras, luego del triunfalismo correísta de una década. En este año, la economía crecerá solo al 0,7% y las autoridades afirman que ese porcentaje indica que estamos saliendo de la recesión y que la economía se recupera.

Muchos querrían que, con el cambio de estilo a la hora de hacer política, los tiempos mejores vinieran como ‘caídos del cielo’ para volvernos felices y hasta despreocupados. Se dice que la inflación se redujo al 2%, una tendencia que se mantiene y que pudiera llevarnos al borde de una línea roja que, al pasarla, daría otro golpe al posible crecimiento económico.

El Gobierno, en tanto, insiste en los diálogos con los sectores productivos desde los grandes empresarios hasta los emprendedores que comienzan su andar. En la Asamblea Nacional se tramita la Proforma Presupuestaria 2017, cuyos ejes son el Plan Nacional de Desarrollo, la macroeconomía y el Presupuesto General del Estado. En ella el gasto público, un recorte de la inversión y la reducción del tamaño del Estado son excesivamente discretos y en muchos aspectos inexistentes.

Tenemos democracia, una aparente división de poderes, pluralidad de partidos y libertades individuales, pero sin una economía sana estamos a merced de viejos o nuevos demagogos. Sin una economía vigorosa nunca podremos eliminar la injusticia social y la desigualdad. El populismo heredado del Régimen anterior se resiste al necesario pero doloroso desmontaje.

«Lo que conduce y arrastra al mundo no son las máquinas sino las ideas”.

Victor Hugo
Escritor y político francés
(1802-1885)

«Las tristezas están, definitivamente, mal repartidas”.

Marcela Serrano
Escritora chilena (1951)