¿De regreso a la normalidad?

Años atrás leía unos artículos y libros relacionados con las teorías del decrecimiento. Me pareció una solución a la inequidad existente a nivel mundial, puesto que el capital es una vorágine que crece por sí mismo, y hace más ricos a unos pocos, en tanto que los pobres cada día son muchísimos más, sumidos en la ignorancia y necesidad.

En estos días en Holanda 170 académicos proponen aplicar el modelo económico del decrecimiento, el mismo que se fundamenta en cinco ejes: redistribución, transformación de la agricultura, reducción el consumo despilfarrador y viajes lujosos y cancelación de las deudas.

En este momento podemos ver que la mayoría de personas quieren volver a la «normalidad», a esa normalidad que consume, asfixia, acorrala, en dónde vives para trabajar y trabajas para vivir.

En nuestro país pasa lo mismo, aunque se podría decir que la gente necesita comer, circunstancia que es verdad, no es menos cierto que son esas personas las que mantienen en giro a este sistema que se encuentra constantemente en crecimiento, acumulando la riqueza en pocas manos, y es el sistema el encargado de crear estás necesidades de primer orden.

Posiblemente el Covid-19 no es tan malo, nos está obligando a redireccionar un sistema económico que en estos momentos es develado como perverso y el cual nos obliga, como rebaño, a seguir en él.

Las políticas públicas deben cambiar, y en estos momentos están a los políticos obligándole a cambiar, no obstante, en nuestro país el gobierno no tiene la capacidad de entender y sigue buscando la forma de que el pueblo regrese a la «normalidad». (O)

Francisco Quintanilla Zamora

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