Richard Salazar Medina
Esta semana hizo su declaración el exdirectivo de Odebrecht en Ecuador, hoy preso en Brasil, José Conceicao Santos. Como se suponía, afirmó y reiteró que el vicepresidente Jorge Glas fue parte de la red de corrupción y que él y su tío Ricardo Rivera son prácticamente “la misma persona”. Ante esto, la Procuraduría del Estado hizo una denuncia contra el Vicepresidente, su tío, el excontralor Carlos Pólit, así como contra el propio Conceiçao Santos y otras personas que habrían participado. La justicia seguirá su cauce y se espera que los casos sean juzgados, con rigor, conforme a derecho.
Pero esto no es lo único que debe preocupar. Más allá de esta red de sobornos, no se puede pasar por alto que el Estado tiene una estructura que contempla autoridades de control para impedir y fiscalizar e investigar los presuntos casos de corrupción, particularmente a la Contraloría y la Fiscalía, que durante diez años han hecho mutis por el foro.
Hay que recordar que fueron seleccionados en concursos supuestamente transparentes por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), una novedosa función del Estado creada en la Constitución de 2008, con la finalidad de hacer los concursos públicos de autoridades de control, recibir denuncias de corrupción, así como crear veedurías ciudadanas. No hay que olvidar que Carlos Pólit, hoy prófugo, estuvo incólume diez años y que la puntuación que obtuvo fue, en dos ocasiones perfecta: 100/100. Y el hoy sindicado Pareja Yannuzzelli en sus videos en el autoexilio acusa a Pólit y Chiriboga de haber recibido de él en persona maletines llenos de dinero.
Ante esto, ¿no queda suficiente evidencia de que el Cpccs es artífice de una estructura perversa? No solo que es anti natural, ya que la participación ciudadana es de la sociedad civil, no se la puede estatizar, pero además ha demostrado que ha sido parte de un sistema que habría facilitado la corrupción y la impunidad. Este Consejo debe inevitablemente desaparecer. La consulta no puede evadir una pregunta sobre ello.