Como en botica

VÍCTOR HUGO PORTOCARRERO DE LA TORRE

Cuando se trata de medicina, alimentos o cualquier otro producto o insumo requeridos para la subsistencia, la expresión popular utilizada “de todo, como en botica” genera comúnmente una sensación de tranquilidad.

Sin embargo, si aplicamos la frase en el espectro político, la situación cambia. Más, cuando en el anaquel, existe “de todo”, menos lo que necesitas.

La estantería política en Ecuador, está llena de individuos que, han demostrado por acciones propias o ajenas, su incapacidad plena para cumplir el papel delegado. Más, por el contrario, se han empeñado en generar operaciones distantes de la ética y el servicio público.

El coctel Carondelet y Asamblea Nacional, han propiciado una serie de situaciones que la ciudadanía, sin mediar una acción constituyente, no podrá enfrentar. La institucionalidad mafiosa, produce tantos ataques contra el bienestar público que no hemos sido capaces aún, de tomar una acción correctiva eficaz.

Escandalos y denuncias; amenazas, terror y opresión, son el pan de cada dia, y casí todo, con una estructura jurídica que la envuelve en un manto de impunidad. Lo máximo que hemos llegado a atestiguar, junto con el Estado de propaganda, encabezado por un presidente que muestra, un alto grado de irresponsabilidad manifiesta es, un sainete de moralidad cuántica, con la disposición de sacrificar a algunos miembros de su red, pero que desde el principio, mostró su negativa a impulsar medidas para recuperar lo que nos estafaron.

No son unos cuantos milloncitos, el fraude realizado contra la nación, involucra casí toda la riqueza nacional y en el marco del Estado, casí todo el presupuesto público, destinado a obras e inversiones en general.

El coctel de impunidad gubernametal pretende, a cambio del banquete, darnos unas migajas de pan duro.