Cartas al Director…

Muerte lenta

Cuantas veces no has disfrutado de una deliciosa ensalada llena de tomates, rojos y brillantes, o con mucho esmero nos preocupamos por enviar a nuestros hijos a la escuela una manzana bien lavada para que no se vayan a “enfermar” porque este sucia.

Pero… te has preguntado el origen de toda la comida que llevamos a la boca, los estudios revelan datos alarmantes de contaminantes presentes en la comida que podrían ocasionar daños serios a la salud con carácter irreversible.

Personalmente no conozco que se hace acerca del control de este angustioso tema en el país y que sin duda afecta a los mismos encargados de ejercer control.

Se suele decir que del dicho al hecho hay mucho trecho y en este caso aplica perfectamente porque una cosa es la normativa en manejo de agroquímicos y la otra es hacer un estricto control de lo que se les está echando a los alimentos para prevenirlos de plagas y enfermedades, no basta con expedir una ley y reglamentarla sino que el trabajo va más allá.

Frente a esto la mayoría de la población no se preocupa por lo que ingiere, y me incluyo, porque hasta hace poco tampoco lo hacía hasta que un amigo me ofreció tomates orgánicos que sin duda son totalmente diferentes a los que compras normalmente. A raíz de aquello estoy pendiente de lo que como y pensando seriamente en producir mis propias verduras.

Como no preocuparme si leí con mucha atención que efectos como cáncer, diabetes, infertilidad y bacterias resistentes a los antibióticos son el producto de lo que ingerimos, dado que están expuestos a productos químicos relacionados con nuestro estilo de vida, cada vez más consumista y dependiente de un sinfín de artefactos modernos.

Sin embargo no es posible por todos producir alimentos, ¿qué hacer entonces?, empezar por algo muy importante, preocuparnos por lo que nos llevamos a la boca y promover que la autoridad ejerza estricto control, buscar productos orgánicos en los mercados, unirnos a las redes sociales en líneas afines de productores – consumidores y generar espacios para intercambio o compra de alimentos libres lo los contaminantes. (O)

Eduardo Rengel

Ingeniero forestal