Rodrigo Santillán Peralbo
El periódico británico The Guardian difundió un reportaje bastante parecido a ciencia ficción, sobre una supuesta “fuga” de la Embajada del Ecuador en Londres del periodista australiano Julián Assange que permanece asilado desde hace más de seis años. Los ribetes sensacionalistas sirvieron para que sea reproducido por un importante sector de medios de comunicación en diferentes partes del mundo.
Ese reportaje se habría elaborado con datos proporcionados por una sola fuente de información que no permitió contrastar los hechos narrados, pero que compromete a servicios de inteligencia de Rusia y a Fidel Narváez que, en su calidad de cónsul del Ecuador en Londres, habría intervenido en el supuesto plan para que Assange se fugara de la Embajada, para posteriormente ser trasladado a Ecuador en un bote o tal vez a Rusia. Assange disfrazado, ¿puede cruzar el Atlántico y venir a Ecuador en un bote?
Fidel Narváez es un apasionado defensor de los Derechos Humanos y esa irreductible posición le condujo a defender a Assange en sus derechos a la libertad de expresión e información, y en su irrenunciable derecho a la vida y a la libertad amenazadas por la justicia de Suecia y luego por Reino Unido. Igual actitud asumió en el caso de Snowden, perseguido por Estados Unidos. Fidel Narváez, en su oportunidad, contó con la disposición y apoyo del presidente Correa.
Assange es un periodista australiano, naturalizado ecuatoriano, conocido por haberse convertido en el hacker más famoso de la historia, al revelar miles de documentos de Estados Unidos sobre las guerras genocidas, las relaciones audaces con sus aliados de UE y los espeluznantes secretos del imperio. Narváez ya no es Cónsul del Ecuador por orden del gobierno que, con el apoyo de las derechas, quiere deshacerse de Assange.