Luego de cabildeos, amarres y cartas marcadas, tan típicos de nuestra cultura política; después de tanta verborrea de algunos de sus miembros y de tanto espectáculo mediático, la Asamblea Nacional buscará hoy un nuevo presidente. La experiencia aliancista de los pasados diez años y lo que se ha visto con el morenismo desalienta a la mayoría de la sociedad, que no quiere que esta función del Estado sea un apéndice del Ejecutivo.
“No soy enemigo de individuos ni de clases sociales, donde está la corrupción, allí está mi enemigo; donde está el reinado de las tinieblas, allá me tiro sin miedo”. Esta frase de Juan Montalvo, supuestamente muy conocida en Ecuador, su Patria, debería presidir la sesión de hoy del Pleno. También esta: “Si es necesario morir porque digo la verdad aquí estoy: las amenazas no bastan, deben verificarse; ¿acaso es amable la vida cuando se la vive tan odiosa?”.
No es el momento de continuar echando un manto de oscuridad sobre los corruptos y sus protectores, tampoco de conducirnos a los ecuatorianos como si fuéramos un mando rebaño. Lo que se juega hoy en el parlamento ecuatoriano es de categoría moral más que política, aunque sus miembros tal vez no lo vean así.
Quien presida a partir de hoy la Asamblea Nacional, si la mayoría de sus miembros así lo deciden, llevará sobre sus hombros la enorme responsabilidad de acometer su reestructuración a fondo sin pausas ni compromisos previos, buscando por encima de todo el bien a los ciudadanos que votaron por sus miembros y que, por todo lo sucedido, ven pisoteadas sus esperanzas.
No debemos temernos, tener miedo nos vuelve enemigos”. Yehudi Menuhin Director de orquesta estadounidense (1916-1999)
No existen cosas con independencia del espíritu que las percibe”. George Berkeley, Filósofo irlandés (1685-1753)