‘Solidaridad y pragmatismo, claves del segundo año de Moreno’

Ejecutor. Paúl Granda fue alcalde de Cuenca (2009-2014). En el gobierno de Lenín Moreno fue ministro de Transporte y Obras Públicas.
Ejecutor. Paúl Granda fue alcalde de Cuenca (2009-2014). En el gobierno de Lenín Moreno fue ministro de Transporte y Obras Públicas.

Paúl Granda, secretario de la Política, define la agenda de diálogo con diversos actores y la metodología de interacción con la Asamblea.

Si el primer año de gestión del presidente Moreno se caracterizó por una construcción de capital político ¿a qué está conminado hoy, en términos de pragmatismo, frente a demandas urgentes como la reactivación productiva o el empleo?
La transparencia y la participación ciudadana, cuya máxima expresión fue la consulta popular de febrero, dieron como resultado un país pacificado. Pero esto no quiere decir que no ha habido un Gobierno pragmático. En lo económico, por ejemplo, a través del Banco del Estado se ha destinado alrededor de USD 900 millones para gobiernos autónomos, empresas públicas, universidades. La CFN ha entregado créditos por USD 450 millones con tiempos de tramitología que bordean los 15 días. En infraestructura hemos logrado inversiones que bordean los USD 1.000 millones. En vivienda vamos por 20.000 unidades, cuando en la última década se construían 8.000 anuales. Esto demuestra que hemos tenido gobernabilidad y acción.

¿Qué mensaje manda el Ejecutivo cuando nombra a un ejecutor al frente de la Política?
Potenciar el diálogo para la definición de política pública. Por otro lado, el que la política sea vista como un hecho transversal y de acción. Y fundamentalmente queremos acercar la gestión a los territorios. Queremos que desde las gobernaciones los funcionarios se acerquen a la gente, recojan las demandas y las prioricen.

Ya no mirar el país desde el quinto piso de un edificio estatal…
Así es: mirar el país desde el territorio y con la gente. Mi experiencia en la Alcaldía ayuda, porque las alcaldías son gobiernos de cercanía, en el cuales el contacto cotidiano con la ciudadanía es vital.

¿El Ejecutivo tiene el eco adecuado en el Legislativo para viabilizar leyes clave como la económica? ¿Hay esos puentes?
Hay que seguir haciendo puentes en el ámbito político. Estamos discutiendo con la presidenta Elizabeth Cabezas una estrategia de relacionamiento con la Asamblea y esa metodología la presentamos ayer. La relación debe ser institucional. El Ejecutivo no puede caminar de espaldas al Legislativo y el Legislativo no puede hacer lo propio con el Ejecutivo. Como se dice en términos futbolísticos, se necesita por lo menos una atizada de cancha para saber en qué espacios nos podemos mover las dos funciones del Estado. Y primeramente estamos consolidando una posición producto de un diálogo intenso en nuestro propio bloque.

¿Aún hay placas tectónicas moviéndose al interior de PAIS?
En política es normal que puedan existir diferencias de criterios y lo mejor es que podamos definir un mecanismo de procesamiento de esas diferencias. Por otro lado, hay que dar un salto a la consecución de acuerdos con otros bloques en temas de enorme trascendencia nacional, como la frontera norte o el proyecto de reactivación económica. Hemos tenido ya conversaciones informales con legisladores independientes, del Partido Social Cristiano, de CREO para entender cuáles son sus criterios.

Eso es lo civilizado…
En democracia es así. Debe haber diálogos civilizados, entendiendo que hay diferencias.

¿Cómo avanzan esos diálogos?
Creemos que vamos a conseguir bastantes consensos sobre ese tema.

El que se hayan sumado figuras como Richard Martínez y Eduardo Jurado al Ejecutivo abre la ventana a otro espectro político como la centroderecha. ¿Esto da certidumbres en el Legislativo frente a bloques de la oposición?
El Gobierno no ha cambiado. Nuestro liderazgo es el de Lenín Moreno. Cualquier persona que sea parte del Gabinete tiene que corresponder a la idea que sobre el país tiene el Presidente. Es claro que cada ministro tiene su propia característica conceptual y de origen, pero creemos que este debe ser un Gobierno de unidad. No podemos generar desarrollo económico sin considerar al sector empresarial y al de los trabajadores.

Un gobierno de concertación más que un gobierno que, como en el pasado, apelaba a una retórica de izquierda…
Eso no quiere decir que hayamos perdido nuestros principios progresistas. Nuestro plan apunta a garantizar derechos fundamentales de los ecuatorianos. El plan Toda una vida apunta hacia allá. Nuestra causa es solidaria. Y a la par esto no quiere decir que no seamos pragmáticos, porque en economía la confianza es vital. La confianza te permite acceder a créditos más baratos o que inversionistas vengan con más facilidad al país a generar empleo. Esas dos visiones van a ser fundamentales en este segundo año de gestión.

Una confianza que también permita que Ecuador se abra a mercados internacionales como la Alianza del Pacífico…
En tanto y en cuanto sea beneficioso para Ecuador, hay que buscar esas posibilidades.

¿Cómo entiende este Gobierno a la sociedad civil? En el pasado se crearon organizaciones ad hoc para tensar la cuerda.
Primero con respeto y consideración a su autonomía para que la sociedad civil pueda desarrollarse y auto organizarse. Para nosotros es importante contar con su criterio.

¿El Gobierno no caerá en la tentación de crear organizaciones sociales paralelas y prohibirá que ningún funcionario quiera crear base social para su gestión ministerial?
Para nosotros, la libre asociación es vital. Lo que nos interesa es que estas organizaciones sean proactivas. No es parte de nuestra política torpedear a las organizaciones.

¿Cuál es la justa dimensión que el Ejecutivo da a las cifras sobre la aceptación o credibilidad del Presidente? Si bien son pulsos de opinión en un momento dado, el Presidente terminó su primer año con indicadores que invitan a una reflexión…
Sí y no. Las encuestas son fotos de un momento dado, pero también son una señal. Tenemos cifras según las cuales el Gobierno tiene un repunte en estos días: 56% de aceptación de gestión versus semanas anteriores en que estábamos entre 48% y 50%. Entendemos que es normal que exista un desgaste en un primer año de gobierno que ha sido complejo. Pero esto no es 100 metros planos, esta es una carrera de fondo.

¿Ustedes se miran como un Gobierno de transición?
No. El primer año sí ha sido de transición, pero nosotros nos miramos como un gobierno de acción, de libertad, de respeto a la independencia de las instituciones del Estado, de reducción de las inequidades.

Casa adentro ¿qué lección se saca de una corriente que mira a Julio César Trujillo, presidente del Consejo de Participación transitorio como el actor que más movilidad política ha dado al país, más que el propio el Presidente?
No voy a desmerecer el trabajo del Dr. Trujillo, pero quien convoca a la consulta popular es el presidente Moreno. Es el quien ha trazado el camino para estos años de gobierno.

¿Lo veremos en Cuenca el 2019?
No. Pero nunca sabemos qué va a suceder. Tenemos fecha de inicio, pero no sabemos cuál será la de terminación. (IFP)

FRASES

Hay que dar un salto a la consecución de acuerdos con otros bloques legislativos… Hemos tenido conversaciones informales con legisladores independientes, del Partido Social Cristiano, de CREO…”.
Nuestra causa es solidaria, pero eso no quiere decir que no seamos pragmáticos. En economía la confianza es vital. La confianza te permite acceder a créditos más baratos o que inversionistas vengan al país”.