La compra de una vivienda tiene implicaciones de largo plazo, sobre todo si está atada a un crédito hipotecario. Por eso, según Verónica Morales, experta en asesoría de finanzas personales, el primer paso es realizar un ‘check list’ con las características de la vivienda que deseamos adquirir y los requisitos legales a cumplir.
Asimismo, se deben revisar los ingresos personales y familiares; así como el tiempo de pago de la deuda que se va a adquirir.
GUÍA
° Capacidad de pago. El presupuesto es uno de los factores más importantes. Antes de contratar un préstamo hipotecario debe saber cuáles son los gastos e ingresos mensuales. Lo ideal es que la hipoteca no suponga más del 40% de los sueldos sumados de la unidad familiar, con el fin de evitar riesgos innecesarios de impago.
° Precio y revalorización. El precio es la principal variable a la hora de decidirse por una vivienda u otra. Pero también hay que tener presente la potencial revalorización. Tanto si la vivienda se destina a la inversión, o alquiler, como si se adquiere para uso propio, es recomendable conjugar un costo atractivo con unas expectativas de futuro sólidas.
° Trayectoria de constructora o inmobiliaria. La compañía debe estar legalizada. Se debe revisar que el terreno en el que se desarrollará el proyecto no tenga ningún proceso o intervención por parte de la Superintendencia de Compañías, y que el promotor pueda responder ante cualquier eventualidad. En caso de las personas naturales, la documentación debe ser actual y debe estar reglamentada. Un requisito fundamental es respaldar de la negociación con una promesa de compra venta, que deje claro las obligaciones y derechos de compradores y vendedores. Ese documento deber ser revisado por un abogado.
° Mejor opción en hipoteca. Se aconseja realizar un amplio estudio hasta encontrar el mejor crédito que ofrezca el mercado. Ver las opciones que da el Biess para vivienda de interés público, vivienda terminada, compra de terreno y construcción. Normalmente se piensa en financiar al mayor plazo. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que entre más tiempo el pago de intereses aumenta.
° Cálculo de tasa de interés. El método francés es de tasa fija. Se caracteriza por cuotas constantes de interés. En cambio, en el método alemán, el pago constante es el del capital, pero los intereses varían cada mes. La ventaja es que, como vas abonando a reducir el capital, se termina pagando cada vez menos interés. Lo mejor es pedir a las instituciones de crédito las dos tablas de amortización y así revisar cuál conviene más.
° Ahorrar dinero para gastos extraordinarios. Se recomiendan tener dos colchones económicos. Se debe guardar, al menos, el 20% del precio del inmueble que se quiere adquirir, para pagar la parte que no cubre el préstamo hipotecario. Por otro lado, un 5% adicional puede servir para gastos de escrituras, abogados, etc; así como otros imprevistos. (JS)