Súper mamás: entre el trabajo y la familia

Súper mamás: entre  el trabajo y la familia
AMOR. Pamela Arias junto a su hijo Nicolás en el programa por el Día de la Madre.

La incorporación de la mujer al mundo laboral y académico ha determinado una nueva generación de madres, quienes a más de dedicarse a su hogar, realizan a carta cabal sus actividades profesionales en puestos relevantes.


En el ámbito laboral, la presencia de la población femenina se incrementó un 80% entre 2001 y 2010, según cifras del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), mientras que del total de establecimientos registrados en el Censo Económico, el 48% tiene a la mujer como dueña o garante. Hablamos con dos de estas protagonistas. (RMC)

El esfuerzo de
ser madre soltera

Pamela Arias, gerente General de Metropolitang Touring en Ambato, es madre soltera y el esfuerzo que realiza en sus labores cotidianas está enfocado totalmente en su hijo de 10 años Nicolás Arias.


Su rutina diaria se mezcla entre atender su hogar, cuidar a su hijo y llevar las riendas de este negocio del cual es parte fundamental.


“Quisiera estar con mi hijo todo el tiempo, pero a la vez no se puede porque para salir adelante debo trabajar más, es una combinación de sentimientos pero son los esfuerzos que debo realizar”, comentó.


En su dura rutina diaria debe pasar más de un apuro para poder compartir junto a su hijo el almuerzo y las noches cuando ambos llegan a casa, “la paciencia es lo más grande que se necesita para poder ajustar los tiempos y ser una buena madre y una buena profesional”, dijo.


Cuando las cosas se tornan difíciles dijo Pamela, el apoyo de su madre y hermanas es fundamental, pues su hijo encuentra en ellas el mismo apoyo que su madre le ofrece a diario.


“Los esfuerzos son muy grandes porque cuando hay problemas en el trabajo, uno debe tratar de asumir eso dentro de la oficina, cuando salgo debo cambiar totalmente la perspectiva y volver a ser una madre paciente y amorosa”, finalizó.

El tiempo adecuado
para ser madre

Sandra Caiza, jefe de captaciones de la cooperativa SAC, con 34 años de edad combina su tiempo entre sus tres hijos Pedro, Patricia y Miguel Ángel, su trabajo, su esposo, su casa y sus estudios.


“Por ser una mujer Pilahuín, campesina, nuestras mamás nos enseñaron como es el rol de una madre, es por eso que no se me hace difícil, únicamente hay que distribuir el tiempo”, manifestó.


Sandra comentó que al terminar su jornada laboral, aún le quedan energías para llegar a casa y compartir momentos de calidad junto a sus hijos y su esposo, quien se ha convertido en un pilar fundamental para su vida, pues a lo largo de su relación han tenido que superar varios inconvenientes para llegar a ser una pareja que se apoya en todo.


A su criterio, la gran evolución del roll de las madres actualmente se ha convertido en un gran aporte para la sociedad, pues ahora la madre de familia puede tranquilamente trabajar y cuidar de su hogar.


“No digamos que no hay tiempo, lo único que tenemos que hacer es planificar, tener las cosas en orden, cumplir un horario y con eso ya podemos hacer el papel de todo, esposa, madre y empresaria”, dijo.


Sandra manifestó que en algunas ocasiones ha pensado en renunciar a su trabajo, pues siente que sus hijos necesitan más de su apoyo en ciertos momentos, pero a la vez su familia la impulsa a seguir adelante con su trabajo.