Personas que deben cumplir aislamiento son discriminadas

Realidad. Hasta los médicos y enfermeros han sido discriminados.
Realidad. Hasta los médicos y enfermeros han sido discriminados.

La emergencia sanitaria que se vive en el país y el mundo pone a prueba no solo los sistemas de salud, sino también el nivel de resiliencia, integración y calidad humana de la sociedad.

En diferentes sectores de Tungurahua se pone en evidencia la discriminación y rechazo, no solo a las personas que han sido confirmadas con Covid-19, sino también hacia aquellas personas que por estar cerca han sido notificadas para un aislamiento.

Realidad

Byron es parte de una comunidad de Tisaleo, el nació y creció rodeado de amigos con un sentido de comunidad que suele incentivarse en el sector rural, asistió a mingas, a reuniones comunitarias, es decir preservaba una pertenencia indiscutible por su sector.

Sin embargo, dicho sentido de comunidad y unión se opacó hace días atrás, cuando intentó retornar a su hogar luego de varias semanas de trabajo en la provincia del Guayas y cuando sus mismos vecinos y amigos lo rechazaron.

Con nostalgia Byron comenta que por trabajo viaja cada 15 días a la Costa, pues se gana la vida como albañil. Él salió antes de que se declare la emergencia sanitaria y fue contratado para realizar unos trabajos justo lejos de la ciudad, donde incluso estaba solo sin contacto con nadie.

“Pero solo por el hecho de retornar del Guayas ya me atacaron”, relata, al tiempo de asegurar que los moradores de la comunidad se enteraron que regresaba a su hogar y realizaron todo tipo de reclamos donde incluso acusaban a su familia.

“No quisiera que nadie pase por lo que yo pasé, por lo que sentí y lo que siento ahora, porque incluso hasta hoy la gente nos discrimina a tal punto de que si ven a mi esposa o a mis hijos pues se hacen un lado, huyen de ellos”, asegura.

Situación similar vivió en Picaihua Miguel, quien asegura que los rumores y la desinformación de la gente le causó más daño que el mismo virus, pues luego de varios días de aislamiento no presentó ningún síntoma.

“Nos insultan, incluso dan mi nombre y el de mi familia a todos, con el pretexto de prevenir a los que pasan cerca de nuestra casa”, confesó molesto.

Situación

Varias son las acciones que ponen en evidencia el pánico colectivo y la desinformación, desde no permitir el ingreso a las comunidades, hasta el hacer público un documento con nombres de las personas que deben cumplir aislamiento, e incluso la protesta para no permitir que médicos que atienden en salas de emergencia se hospeden en las cercanías de las localidades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el estigma puede hacer que “las personas oculten la enfermedad para evitar la discriminación”, además, provocar que no consulten al médico inmediatamente, y que los desaliente a adoptar comportamientos saludables. (FCT)