La Refinería de Esmeraldas emana gases contaminantes, no todos sus vecinos han sido compensados.
Desde hace más de 38 años la Refinería de Esmeraldas está operativa. Su funcionamiento puso en más de una ocasión en riesgo la vida de su población, que ha sido testigo de sus apagones y conatos de incendios.
El peligro de mayor magnitud ocurrió el 26 de febrero de 1998, un derrame de crudo provocó el incendio externo más grande desde su origen. Como resultado murieron 29 personas y otras aún conviven con las cicatrices.
En compensación tenía que pagar 11 millones de dólares de los que ha desembolsado 5.5 para mejorar el barrio La Propicia 1, donde las lenguas de fuego que bajaron por el río Esmeraldas dañaron casas y segaron vida.
Otra de las vidas que silenciosamente se han ido apagando es la de sus trabajadores. En 2010, se envió a la Universidad de Huelva, España, muestras de sangre de 1.200 trabajadores de las refinerías de Lago Agrio, Shushufindi y Esmeraldas, para ver su salud producto del contacto con los contaminantes a los que se exponían a diario.
Enfermedad catastrófica
Las pruebas determinaron que 103 obreros tenían químicos cancerígenos en su sangre. Unos murieron, otros, aún enfermos y ya jubilados, luchan día a día contra el ‘monstruo’ estatal para ser compensados de mejor manera por sus años de servicio. Su lucha se centra en reuniones y voces temporales en medios de comunicación.
La Refinería, que recientemente fue repotenciada gracias a una inversión de 1.200 millones de dólares, también afectó y benefició a sus vecinos. Entre las compensaciones para están dentro de su zona de influencia (barrios del sur) del complejo industrial están: rehabilitación del sistema de alcantarillado y de escuelas.
Además de construcción de áreas verdes y el arreglo de calles que por décadas se caracterizaron por ser intransitable. Eso lo sabe con claridad María Elena Bolaños. Ella es dueña de una tienda en el barrio ‘Centenario’, sector 15 de Marzo y lamenta que aún tenga que cargar las fundas al hombro.
Cancha y escalinata
Obra postergada La peripecia ocurre luego de cada lluvia, debido a que a su barrio aún llega el asfaltado. La semana a anterior maquinaria del Municipio hizo el resanteo de varias de las 28 cuadras que conforma el sector, por lo que ahora sí llega el taxi hasta su casa.
“No sé si harán el asfaltado, pero si lo hacen, es lo mejor que nos podrían dar a todos los moradores”, auguró la mujer. Su anhelo tiene eco entre las cerca de 250 familias, afectados por la no ejecución de obra vial. “No solo queremos la calle, también una cancha y una escalinata para que se una el Centenario bajo y alto”, solicitó.
“En una emergencia no tenemos ayuda porque las calles están malas, ahorita está arreglada, pero con la lluvia se vuelven a dañar”, dijo Colombia Palomino. “Merecemos ser atendidos”, agregó, Carminia Valencia.
La necesidad de obra no se centra en la 15 de Marzo, los moradores de La Florida, el barrio más cercano a la Refinería, desde hace un año están esperando que se termine el asfaltado, aceras y bordillos que se ejecuta en compensación social por los años de contaminación ambiental.
Fiscalización
“La obra de cambio de suelo, aceras y bordillos se está realizando, pero lenta, se trabaja un tiempo y se paraliza, así vienen desde hace un año. Ahora lo que queremos las 380 familias de La Florida, es que se termine pronto”, solicitó el morador de ‘La Florida’, Arturo Conforme.
Destaca que ahora la emanación de gases contaminante desde la Refinería es menor, pero, aclara que por años recibieron los malos olores, por lo que insiste en la culminación de la obra financiada por la compensación social que aún no llega a los barrios del sur de la ciudad de Esmeraldas. (MGQ)
Para saber
No se ha realizado un análisis de la salud de quienes viven en el sur de la ciudad, en compensación se les hizo casas de salud.
Cifras
128
millones de dólares destinó Refinería para compensación social.
68
mil personas viven en los barrios del sur de la ciudad de Esmeraldas.
37
barrios conforman la zona de influencia de la Refinería de Esmeraldas.
