Los tagaeiri–taromenane siembran vida

Respetemos la autodeterminación de mujeres, hombres, niños y niñas de estos grupos; garanticemos sus derechos individuales y colectivos; trabajemos por que puedan contar con su territorio libre de presiones y amenazas. Construyamos un nuevo contrato socioecológico atento, recíproco y de respeto a la vida.

Kati Álvarez •

Quisiera compartir algo de los tageiri y taromenane con el objeto de que nos comprometamos con la defensa de sus vidas y de su territorio. Ellos, al igual que varios otros grupos amazónicos, han contribuido con la biodiversidad existente en la Amazonía.

Desde hace más de 10.000 años se tiene registro de la siembra de biodiversidad en la Amazonía, domesticación y semidomesticación de plantas y animales y creación de tierra fértil. Se atribuye incluso su responsabilidad de la crianza de los grandes cedros, que crecen así de altos porque varias culturas crearon las condiciones bioclimáticas para su desarrollo. Los paisajes biológicos y culturales existentes en el Yasuní, la Zona Intangible y territorio waorani también son resultado de su producción y cuidado.

La composición de los suelos de la Amazonía tiene limitados nutrientes y alta fragilidad; no obstante, los pueblos amazónicos con su manejo han tornado estos suelos ricos y diversos. Cuando una persona shuar, kichwa, waorani o tagaeiri-taromenane sale a la selva, lleva consigo semillas tratadas y las va sembrando. Esta siembra es parte de las relacionalidades establecidas con los distintos seres de la selva.

Del resultado de la misma comerán sus familias, los animales y sus futuras descendencias. Los animales realizan también este acto de sembrar. Forman parte de un complejo sistema de complicidad con quienes inclusive comparten corporalidad. Un ejemplo de ello es el guatín, que suele llevar las semillas en su boca, las siembra con sus patas y del resultado de esta siembra come su familia, comen otros animales, comen los shuar, los kichwa, los waorani, los tageiri taromenane.

Varios pueblos amazónicos también incorporan a animales como monos y aves en sus grupos familiares. Las mujeres los alimentan igual que a sus bebés. ¡Todo un sistema de complicidad que busca mantener un orden cosmológico!

Los tagaeri taromenane tienen algunos espacios configurados bajo esta dinámica. Por ejemplo, un grupo que vive próximo a lo que se conoce como campo Armadillo está rodeado de cedros. Aquel que está próximo al llamado ITT está rodeado de chontas espinosas que solo crecen en los moretales (áreas pantanosas). Existe un grupo que se mueve por los bloques 14, 16 y 17 al que le gustan los espacios donde existen guanganas.

Hay un mito que dice que los waorani, y se presume que los tagaeri y taromenane, no caminaban por el suelo, sino que volaban del bosquecillo de chonta, al bosquecillo de yuca.
Socióloga y miembro del Colectivo de Antropólogas del Ecuador.