Un escritorio con la documentación básica en el ingreso a las oficinas de la Unión Nacional de Educadores (UNE), núcleo de Cotopaxi, y otro escritorio al fondo en la sala de reuniones más uno que otro objeto en otros lugares es lo que queda de los bienes de la UNE, en esta ocasión no se van a dejar sorprender, dicen.
Ante la decisión emitida por el Gobierno Nacional para la disolución de esta organización, Betty Reyes, presidenta de la UNE Cotopaxi, informó que seguirán en pie de lucha y que recurrirán a dos medidas de apelación y una de revisión.
Añadió que la Constitución les garantiza diferentes formas de lucha y que como organización cuentan con todos los estatutos debidamente conformados en asambleas y congresos. Así manifestó que el 14 de mayo en el Congreso Nacional de la UNE se resolvió por unanimidad ratificar en la presidencia nacional a Roxanna Palacios y en al vicepresidencia por la Seirra Centro a su persona. Resaltó que jamás recibieron dinero del Gobierno como aporte para la obtención de los recursos que tienen ahora, “todo fue esfuerzo de los maestros, producto de mingas y trabajo en equipo”.
Destacó que de lo que sí son culpables es de haber denunciado la corrupción de algunos gobiernos, de no haber permitido que muchos niños se queden sin cupo, que los maestros con enfermedades catastróficas y los que ya cumplieron sus años de servicio reciban el dinero que les corresponde como jubilación, de haber denunciado el mal estado de productos que servían para el desayuno escolar.
En cuanto a las medidas dispuestas para la disolución, Reyes dijo que no les asusta porque si bien a la vuelta de la esquina tendrán que conseguir nuevamente una personería jurídica, lo harán; pero lo que si mantendrán es la lucha y nadie les detendrá; se convocará a una samblea nacional, se hará plantoneras y no descartan una huelga de hambre. (VHG)
El Dato
El 25 de agosto se realizará una movilización en la ciudad desde las 17:00.