Ha sido un año tremendo, de película. El lector se ha sentado y ha podido encontrar en nuestras páginas historias de terror, amor, acción, robos y estafas, deportes y victorias, en fin, de todo. Dejamos en sus manos las ‘películas’ del año en el país y el mundo. Agarre su canguil y su cola, y revisemos juntos este año que se acaba. Quienes hacemos La Hora les deseamos un feliz año y disfruten la función. (O)
Los casos de presunto espionaje telefónico a políticos de oposición por parte de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) llevaron a varios asambleístas a realizar una visita ‘sorpresa’ a las instalaciones de la institución. No se les abrió las puertas.
Todo inició por publicaciones internacionales que revelaron un supuesto sistema, contratado por la Senain, para incursionar en los mensajes de los contrarios al Régimen en correos electrónicos y redes sociales.
La polémica se avivó también porque se evidenció que una hacienda que antes pertenecía a los hermanos William y Roberto Isaías ahora sirve como ‘cuartel general’ para los encargados de la inteligencia oficial.
El director de la Senain, Rommy Vallejo, quien debía comparecer en la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional no acudió, pero siempre negó la existencia de esos contratos y dijo que todo lo que hacían estaba apegado a la Ley y lo usaban básicamente para perseguir delincuentes. El fiscal general, Galo Chiriboga, anunció que no iba a investigar.
Millones de personas disfrutaron de la visita del papa Francisco a Ecuador.
Las casas se llenaron de afiches. La gente compró banderas, camisetas, sellos, estampas, cualquier producto que tuviera alguna imagen del papa Francisco. Se levantó una cruz en el parque Bicentenario, en Quito. Los ecuatorianos viajaron hasta la capital o a Guayaquil para recibir la visita del Santo Padre, esperado durante semanas.
Era el domingo 5. La gente se apostó en el aeropuerto de Quito, en las avenidas de la capital para ver a Francisco, luego de haber visto al titular de la Iglesia católica hace 30 años, cuando vino Juan Pablo II.
Jorge Bergoglio estuvo en Ecuador cinco días, en los que saludó a los feligreses, se reunió con el presidente de la República, Rafael Correa, y dio mensajes que promovieron el diálogo, cuando las protestas eran la tónica diaria en varias ciudades.
Durante su misa campal en Quito dijo que “hay necesidad de luchar por la inclusión a todos los niveles, evitando egoísmos, promoviendo la comunicación y el diálogo”. En la Universidad Católica, señaló que cultivar y cuidar la creación ya no es una “mera recomendación, sino una exigencia por el daño que provocamos a causa del uso irresponsable de los bienes de la Tierra”.