Otavalo. La Fundación Caritas de Esperanza, ubicada en la comunidad de Azama, realiza actividades que benefician a más de 150 familias, y trabaja en el proyecto de tareas dirigidas para niños y jóvenes, con alrededor de 230 beneficiarios.
Esta fundación, que viene laborando desde el 29 de agosto del 2009 y que está legalmente constituid, ha trabajado con las comunidades del sector rural, especialmente de la Esperanza de Azama, familias de Otavalo, Quiroga, Cotacachi…
El principal proyecto de esta fundación es en el ámbito educativo, que va desde el primero de básica hasta el tercero de bachillerato, y un grupo de universitarios. Esto conlleva varias actividades como el apadrinamiento, donde existen 80 estudiantes becados, quienes se benefician anualmente con uniformes, útiles escolares y una mensualidad para cubrir sus gastos diarios, de transporte y alimentación.
Además, los beneficiarios forman parte de tareas dirigidas y reforzamiento pedagógico, quienes asisten en las tardes a un centro educativo que está ubicado en la comunidad de Azama, donde ellos reciben el apoyo de voluntarios para realizar sus tareas, debido al alto nivel de analfabetismo que existe entre los padres.
Cáterin Vinuesa, presidenta de la Fundación Caritas de Esperanza, mencionó que los recursos para financiar este proyecto vienen principalmente de voluntarios del extranjero. “Nuestro sistema trabaja de la siguiente manera: estas personas nos visitan en la comunidad con su trabajo gratuitamente, verifican nuestra labor y ellos deciden hacer una donación anual”.
Vinuesa también dio a conocer que todos los beneficiarios de este proyecto de tareas dirigidas reciben al inicio del año escolar una lista de útiles totalmente gratis.
“Esto es un compromiso que hacemos con ellos para motivarles a continuar con los estudios, a través del esfuerzo y que sea un ente en beneficio de la comunidad”. (PMHR)