Alejandro Werner, director del departamento del hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló que el Gobierno ecuatoriano ha estado tomando medidas importantes y realizando readecuaciones al presupuesto para hacerle frente a la pandemia.
Debido a la limitada capacidad fiscal, según el funcionario del multilateral, las autoridades han debido pedir contribuciones para reasignar ingresos de sectores que no están tan afectados por la crisis y así poder ayudar a los más vulnerables.
En este sentido, recordó que, por un lado, Ecuador está siendo afectado por la caída de los precios del petróleo, y, por otro lado, todavía más importante, es uno de los países con mayor incidencia de contagios de Covid-19 per cápita en América Latina. Esto complica todavía más a una economía que tenía «una situación delicada de origen”.
El funcionario del FMI aseguró que el organismo actualmente está tramitando un crédito de emergencia, cuya solicitud será enviada al comité directivo “lo más pronto posible” para que pueda ser analizado y aprobado. No obstante, Werner no dio fechas específicas.
El ministro de Economía, Richard Martínez, dijo que el crédito era, en primera instancia, de $ 500 millones, pero podría subir a los $650 millones, pero seguía negociando para alcanzar un tope de $1.000 millones.
Paralelamente, el FMI y el Gobierno ecuatoriano trabajan en un nuevo programa que reemplazará al suscrito el año anterior y que proporcionaba al país financiamiento por $ 4.200 millones hasta 2021.
Los primeros días de mayo también está previsto que el Banco Mundial apruebe otra línea de crédito emergente por $500 millones. En ese mismo mes, según Martínez, comenzaría a llegar parte de los $2.400 millones que se está gestionando con China. (JS)