Florecen movimientos autonomistas en Sudamérica

Quito

Desconocidos hasta la fecha debido al carter centralista de sus sistemas republicanos, los movimientos autonicos de provincias y regiones comienzan a abrirse camino en algunos paes de Sudamica como soluci a las crisis del Estado.

Tal es el caso de Bolivia y Ecuador, donde en los timos ds se han registrado sendos acontecimientos que marcan precedentes en esa direcci.

El pasado micoles, unas 80.000 personas se manifestaron en Guayaquil, el principal puerto de Ecuador y la ciudad m habitada del pa con dos millones de personas, para protestar por la negativa del gobierno a permitir que agentes privados de seguridad armados asumieran funciones de vigilancia en las calles.

Jaime Nebot, el alcalde socialcristiano de esa ciudad porte, afirmdespu de la manifestaci que ya no tiene «nada m que decir». «Desde ahora empiezo a actuar y vamos a hacer autonom al andar», indic

«Tenemos que avanzar derrumbando obstulos de hecho y de derecho, en una autonom indetenible dentro de la unidad nacional y solidaria con las provincias que menos producen», agregel dirigente del Partido Social Cristiano, el principal de la oposici al presidente Lucio Gutirez.

Este timo minimizel nero de asistentes a la llamada «Marcha Blanca», que cifren no m de 15.000, y censurlo que calificde «ideas separatistas e insolidarias».

No obstante, el ministro de Gobierno, Jaime Damerval, afirmque siempre ha sido «uno de los leres de la autonom en Ecuador», pues en 1979 propuso «formalmente al Congreso un proyecto tomado de la legislaci espala en el que se planteaba la autonom regional».

Agregque va a proponer que esa cuesti sobre la autonom de las regiones costeras se incluya en el proyecto de referdum popular que Gutirez va a plantear en el curso del presente trimestre, seg los planes que ha expuesto recientemente.

El 23 de enero del a 2000 el electorado de la provincia del Guayas, de 21.000 kiletros cuadrados y 3.300.000 habitantes, se pronuncia favor de una autonom provincial en una consulta, pero el Congreso nunca sancionesa voluntad y todo queden agua de borrajas.

En el fondo, adem de los deseos de autogobierno, subyace una histica rivalidad entre la costa ecuatoriana, con Guayaquil a la cabeza, y la sierra, donde se encuentra Quito, la capital polica y administrativa de Ecuador.

Como sucede en otras regiones de muchos paes del mundo, el debate se centra, fundamentalmente, en el uso de los recursos que genera cada regi, pues una parte importante de los guayaquiles piensa que aporta al Estado m de lo que recibe.

Situado a 10 kiletros de la ciudad, el puerto de Guayaquil moviliza cada a 5,6 millones de toneladas de mercancs, lo cual representa el 70 por ciento del comercio exterior que maneja el sistema portuario ecuatoriano.

Es por ello que la provincia de Guayas, con menos de la dima parte de la superficie de Ecuador, pero con casi la cuarta parte de la poblaci total, tiene un peso econico y comercial muy relevante en el conjunto del pa.

Sin embargo, la clase polica ecuatoriana es consciente de las dificultades de aplicar un rimen autonico en un pa de tradici centralista.

El mismo jefe del Partido Social Cristiano, el ex presidente Le Febres-Cordero, afirmque «en Espa, por ejemplo, el proceso ha sido y es lento y complejo, pues no basta con hacer las reformas constitucionales necesarias, sino contar con la infraestructura tnica y logtica necesaria y aprender en el camino».

Mientras, en Bolivia, el gobierno aceptel pasado 28 de enero la elecci del voto popular de los gobernadores de los nueve departamentos del pa -hasta ahora de elecci presidencial- en un paso histico que tuvo su origen en un movimiento autonomista en la provincia de Santa Cruz.

EFE