Quito
La posición del Comité de Asuntos Judiciales del Senado de EEUU, de flexibilizar la reforma de la Ley Migratoria de ese país, «es algo positivo en la dirección que nos hemos propuesto defender», dijo el canciller ecuatoriano Francisco Carrión.
El ministro de Relaciones exteriores de Ecuador dijo a EFE que Ecuador se sumó a la iniciativa de los países mesoamericanos, Colombia y República Dominicana para «sensibilizar» al Gobierno y los legisladores de EEUU de la necesidad de dar un «enfoque humano» a la legislación migratoria, ya aprobada por la Cámara de Representantes de ese país y pendiente en el Senado.
Hasta ahora, en opinión del jefe de la diplomacia ecuatoriana, el proyecto de modificación de la Ley Migratoria «la radicaliza con posiciones que son muy duras, que pretenden criminalizar al migrante irregular, deportarle e inclusive levantar un muro en la frontera con México».
«Respetamos el ordenamiento jurídico de EEUU, pero nos hemos propuesto sensibilizarles sobre la complejidad del fenómeno (migratorio) y la necesidad de que se tenga presente este enfoque humano, pues hay una mano de obra requerida por esa enorme economía, pero detrás de esa mano de obra está un ser humano», subrayó.
A este respecto, recordó que «durante mi reciente visita a Washington, en la que tuve ocasión de contactar con varios responsables del Gobierno de Estados Unidos, les hice llegar el mensaje de preocupación».
Para él, en el Congreso de EEUU hay un proyecto presentado por los senadores Edward Kennedy y John McCain, «que va más en la línea de lo que nosotros aspiramos», por lo que los países del grupo han instruido a sus embajadores en Washington para que «actúen con el propósito de sensibilizar a quienes deciden sobre este tema».
De los tres millones de emigrantes ecuatorianos que se calcula que hay en el mundo, aproximadamente la mitad se encuentran en Estados Unidos, donde siguen intentado llegar miles de ciudadanos de este país, muchos de ellos sin los documentos necesarios, en busca de trabajo y mejores condiciones de vida.
EFE