Sheila* (2 años), la más grande del grupo de cinco niños que permanecen junto a sus madres pagando una condena, fue sin duda la más feliz con la inauguración del área lúdica denominado ‘Dulces abejitas’, que se construyó en la cárcel de Ambato y que fue entregada oficialmente la mañana de ayer.
La pequeña vestía un vestido rojo combinado con negro, y en sus ojos se podía ver la felicidad irradiando, pues por primera vez desde que llegó al reclusorio, vio tantos juguetes juntos.
Su madre la vistió lo más elegante que pudo, pues el evento no fue para menos, ya que el sitio que forzadamente se convirtió en su casa, dispone por primera vez con un lugar especialmente dedicado a los niños.
Situación
Los infantes debido a lo dispuesto por el Ministerio del Interior, pueden permanecer junto a sus madres hasta que tengan máximo 3 años, esto con la finalidad de no romper el vínculo familiar.
Por la inocencia característica de los pequeños, aún no comprenden como se siente la libertad, pues varios de ellos incluso han nacido en prisión por un error que cometieron sus madres, y ahora pasan sus días y noches en medio de cuatro paredes.
“Yo espero que mi chiquita no se acuerde de nada de esto”, dice con nostalgia María*, madre de Sheila y quien desde hace 11 meses llegó a la cárcel condenada por tráfico de drogas y por lo que deberá permanecer 20 meses más.
Ella al igual que cuatro compañeras, fueron capacitadas para que se encarguen del cuidado de los bebés, mientras sus madres trabajan en los talleres que hay en la cárcel o acuden a los diferentes cursos de capacitación que se dictan en el reclusorio.
Proyecto
La mentalizadora del área lúdica fue Erika Chango, señorita Gobierno Municipal de Ambato, quien en una visita al pabellón de mujeres en noviembre, se dio cuenta de la necesidad que tenían los pequeños y se convirtió en su ‘hada madrina’.
“Esto es parte del proyecto Construyendo Sonrisas, golpeé muchas puertas y gracias a la colaboración de corazones solidarios pudimos hacer realidad este sueño en beneficio de estos angelitos que no tienen culpa alguna”, dijo Erika.
La idea contó con la aprobación y apoyo de Carlos Manzano, director de la cárcel, por lo que de inmediato se coordinó la colaboración de 11 presos que aportaron con la mano de obra y así en menos de dos meses la infraestructura, que tiene un diseño de castillo, se levantó para alegrar a los niños. (MR)
En una visita me di cuenta de esta necesidad, todo esfuerzo fue en favor de los niños que no tienen la culpa de nada”.
Erika Chango,
Señorita Gobierno Municipal.
EL DATO
La inversión en la infraestructura de 40 metros cuadrados, superó los 7 mil dólares.
¿Qué sucede cuando los niños cumplen 3 años?
Eduardo Coloma, coordinador zonal de Derechos Humanos de la Zona 3, explicó que los menores pueden permanecer con sus madres en prisión máximo hasta que cumplan 36 meses.
“Cuando los niños llegan a esta edad se hace un estudio del entorno con trabajadoras sociales y se busca a un familiar que esté en libertad y que pueda hacerse responsable del cuidado”, dijo Coloma.
En los casos en los que no haya nadie que asuma este compromiso, los menores pasan a centros infantiles del Estado y organizaciones, donde permanecen hasta que sus progenitoras cumplan con su condena.
