El país apuesta por la reactivación de venta de cocinas a gas

La eliminación da esperanza a un mercado que cayó con el fracasado plan de inducción.

Bajo el nombre de Programa de Cocción Eficiente, el gobierno de Rafael Correa instauró, en 2014, un Impuesto a los Consumos Especiales del 100% para las cocinas de gas. El objetivo, de la mano de la construcción de 8 hidroeléctricas, era remplazar más de 3 millones de esos aparatos por estufas de inducción.

Esta medida golpeó directamente a los cuatro productores locales de cocinas a gas y envió a la desocupación a más de 1.200 personas, sobre todo en Azuay. Andrés Robalino, director de la Cámara de Industria de esa provincia, explicó que las ventas cayeron 60%, de aproximadamente 300.000 cocinas al año a 120.000.

“Los costos de producción se incrementaron y nuestra competitividad se vio seriamente afectada. Además, se generó un creciente mercado negro, donde se llegaron a comercializar entre 40.000 y 60.000 cocinas a gas”, dijo.

Esto no solo representó menos ingresos para los productores locales, sino también menos impuestos y aranceles cobrados por parte del Estado. Además, la meta gubernamental quedó muy lejana porque hasta la fecha solo se ha logrado colocar en el mercado 800.000 cocinas de inducción, apenas 26% de los 3 millones proyectados.

50%
se reduciría el costo de las cocinas a gas con el ICE 0%.Según Javier Mora, miembro de la Asociación de Línea Blanca de Ecuador (ALBE), la medida fue tan mal negocio para el país, que aproximadamente dejó de percibir 16 millones por concepto de IVA y 5 millones por Impuesto a la Renta. Además, como recordó Robalino, la implementación del Programa costó aproximadamente 90 millones del erario nacional.

“Como declaró hace algunas semanas el ministro de energía, Carlos Pérez, lo mejor que puede hacer el Estado es sacar las manos de la comercialización de las cocinas de inducción, y dejar que el mercado regule las ventas”, dijo.

Expectativa de recuperación
A la espera de que el Presidente dé su visto bueno a la nueva Ley económica, los productores avizoran una importante recuperación con un ICE del 0%. Así, Robalino estableció que el aumento en puestos de trabajo podría llegar hasta las 2.000 plazas.

26%
de lo proyectado por el Gobierno anterior es, apenas, lo que se logró vender de cocinas a inducción. Además, debido a una demanda represada desde 2014, en el primer año las ventas podrían fluctuar entre 400.000 y 430.000 cocinas a gas. “No solo que los productores salimos beneficiados, sino que los consumidores, sin el ICE al 100%, podrán adquirir una cocina en 500 dólares y no en 1.000 dólares o más”, acotó.

A mediano y largo plazos, las expectativas son más ambiciosas e incluyen una proyección de hasta 5.000 nuevos puestos de trabajo en el sector. Todo esto atado también a los incentivos tributarios y normativos que están incluidos en la Ley económica.

Sin embargo, con base en experiencias previas, los productores del sector esperan que la implementación de esos incentivos esté acompañada con la eliminación de tramitología y pasos burocráticos.

“El factor principal para reactiva cualquier sector productivo es la seguridad jurídica. Muchas veces la burocracia hace que sea imposible, sobre todo para empresarios fuera de Quito y Guayaquil, acceder a beneficios como los establecidos en la ley”, contó. (JS)