Este método favorece la concentración, la creatividad, la autoconfianza y la memoria fotográfica.
A sus 6 años de edad, Dulce María es una experta en hacer sumas y restas. A medida que le recitan números de dos cifras que debe sumar y restar ella mueve su pequeña mano en un extraño código, como si se tratara del lenguaje para sordomudos. Nada más terminar la niña responde sin titubear: 84, justo la misma cifra que marca la calculadora.
Parecería un truco de magia o una ilusión, pero no, es una cuestión de agilidad mental que ha ido adquiriendo en el tiempo gracias a los continuos ejercicios con el ábaco. Este curioso instrumento de madera con numerosas bolitas móviles sirve para efectuar operaciones aritméticas como sumas, restas o multiplicaciones. Las bolas para el conteo permiten enfrentarse a los ejercicios matemáticos desde la materialidad, lo que facilita su entendimiento.
Novedoso programa
La gimnasia mental recoge estos conocimientos y pone en práctica las técnicas que desarrolló a principios de los años 90 Loh Mun Sung, un ciudadano malasio de origen chino. Este revolucionario método se realiza usando el ábaco, está hoy implantado en 35 países, ofrece numerosos beneficios, como la mayor concentración, mejora rendimiento académico y mayor confianza y empoderamiento de los niños entre 5 y 13 años.
“Los seres humanos utilizamos entre 1% y 2% de nuestra capacidad intelectual. Los ejercicios con el ábaco activan la parte derecha del hemisferio cerebral, que está vinculado con lo visual, con la memoria fotográfica, y actúa con la izquierda que trabaja el lenguaje y la lógica. Es en ese diálogo donde se produce el desarrollo de los niños”, explica Kiran Motwani, directora internacional de Aloha Mental Arithmetic, una empresa que promueve este método.
Joaquín Mora tiene 9 años. Tras sus lentes se asoma un chico listo y curioso. Es muy activo, le gusta moverse y bailar, pregunta por el mundo que le circunda, siempre con una sonrisa dibujada en su rostro. “Yo hablo inglés, también juego al ajedrez, al básquet y practico natación”, enumera con las manos.
Cuando ve el ábaco se acerca a él de manera familiar, lleva ya un año realizando los ejercicios de gimnasia mental y se nota. De nuevo Motwani comienza a enumerar una retahíla de números que el chico debe de resolver. Pocos adultos serían capaces de resolver el problema en cuestión de segundos y sin una calculadora “46+36-78+24+56+83-57”, le dice en un lapso de unos pocos segundos. De inmediato responde 110, sin dudar un segundo, justo la cifra que marca la calculadora. Parece mentira, pero no, es el poder de la mente. (MAP)
Origen del ábaco
El ábaco es considerado como el más antiguo instrumento de cálculo, adaptado y apreciado en diversas culturas. La época de origen del ábaco es indeterminada. En épocas muy tempranas, el hombre primitivo encontró materiales para idear instrumentos de conteo. Es probable que su inicio fuera en una superficie plana y piedras que se movían sobre líneas dibujadas con polvo. Hoy en día se tiende a pensar que el origen del ábaco se encuentra en China, donde el uso de este instrumento aún es notable, al igual que en Japón.
El Dato
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