° Como si se tratara de un material duro, Michay tuerce las varas de carrizo y las va tejiendo alrededor de un molde de forma circular. Poco a poco la canasta que tiene en las piernas cobra vida y va quedando lista para su utilidad.
° La pareja de esposos trabaja en su taller en el que producen 15 canastas por día. La concentración y la paciencia son dos componentes que ellos resaltan de su oficio. Cada minuto cuenta porque si nos descuidamos haciendo algo ya no alcanzamos a terminar, explica Morales.
° Aunque los precios de su trabajo varían según la época, la familia tiene trabajo durante todo el año. De enero a agosto que es temporada de mora fabrican los moreros que son los cestos redondos, y de agosto a diciembre empiezan a tejer los de Navidad que son cuadrados.
° El carrizo es la materia prima con la que se fabrican las canastas. Para trabajarlo de mejor manera, debe estar mojado. Si se seca es más difícil moldearlo aunque según Michay es igualmente difícil porque el material es filoso y produce cortaduras.
La imagen de su papá tejiendo canastas con carrizos, es uno de los primeros recuerdos de Auxiliadora Michay.
Ella cuenta que solo con ver el proceso aprendió cómo hacerlos. Creció en medio de estos y otros artículos como cuencos de madera y cucharas de palo. Aunque su juventud entera se dedicó a otros oficios, decidió seguir con la tradición familiar, tras la muerte de su progenitor
Hace poco más de tres años, ella y su esposo César Morales montaron el taller en el que fabrican toda clase de canastas utilizando carrizos. El negocio depende de la temporada, según comentan, por eso hacen los artículos para diferentes usos.
Su establecimiento está ubicado en la calle Guayaquil, a la entrada de Guangopolo. Ahí, se venden estos productos al por mayor. Para la elaboración de las canastas, la pareja trabaja de lunes a viernes de 05:00 a 12:00. (PCV)
El Dato
El valor de los canastos varía entre 1,25 y 1,50 dólares.