Ejecutivo y Legislativo de Ecuador inauguran 2006 con pulso político

Quito

El Ejecutivo y el Legislativo de Ecuador han comenzado 2006 con un pulso político por la insistencia del primero en instalar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna, mientras que el segundo sólo quiere reformar la actual.

La inesperada convocatoria, por medio de anuncios en la prensa, de una sesión extraordinaria del Parlamento para mañana, martes, por parte del jefe del Estado, Alfredo Palacio, ha molestado al titular del Parlamento, Wilfrido Lucero, quien consideró hoy que no se ha seguido el mecanismo regular.

Palacio ordenó la reunión extraordinaria para mañana con el fin de «realizar el primer debate extraordinario de reforma a la Constitución Política, para que se incluya en su texto una disposición relativa a la Asamblea Nacional Constituyente».

La actual Constitución no contempla la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente y, además, Lucero, de la Izquierda Democrática, afirmó que Palacio debió comunicar al Parlamento su pretensión antes de publicar la convocatoria en la prensa local.

También recordó que el Legislativo requiere con unos veinte días de antelación los proyectos para estudiarlos y poder someterlos a votación en la sesión del pleno.

La Presidencia informó hoy de que, en la carta enviada a Lucero, Palacio «exhorta al Legislativo a darle la importancia y urgencia que merecen las reformas, a fin de que las propuestas lleguen a constituirse en preceptos normativos».

En la carta se especifica que debe enmendarse la Carta Magna para poder «convocar una Asamblea o Convención Nacional Constituyente con el objeto de redactar una nueva Constitución».

Tanto el Parlamento como el Tribunal Supremo Electoral (TSE) negaron en 2005 en tres oportunidades la petición de Palacio de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, debido a su inexistencia en la Carta Magna.

El ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Castillo, indicó hoy que en la sesión extraordinaria pretenden institucionalizar la Asamblea Constituyente, con la que Palacio quiere «refundar la patria», como prometió el pasado 20 de abril, cuando asumió el cargo.

«La institucionalización de la Asamblea Constituyente permitirá que nunca más haya un pretexto para eludir el conocimiento del pronunciamiento colectivo», dijo Castillo en la emisora de televisión «Ecuavisa».

Aclaró que el llamamiento a sesión extraordinaria no significa una convocatoria a Asamblea Constituyente, sino «que va a constar en la Constitución esa instancia para que el pueblo pueda ejercer su derecho».

Mientras el Ejecutivo asegura que el Legislativo bloquea sus intenciones de propiciar reformas profundas en el sistema político ecuatoriano, Lucero aseveró hoy en la emisora de radio «Tarqui» que el Parlamento sí quiere las reformas, pero no necesariamente realizadas por una Asamblea Constituyente.

EFE