Redacción QUITO
La pregunta fue: “Según su experiencia, ¿cuánta de la información del caso Odebrecht se conoce, se ha hecho pública?”. Luego de hacer su cálculo mental por un par de segundos, respondió: “El 60%”.
Como exprocurador de Brasil, Rodrigo Janiot cumplió lo que en Ecuador serían las funciones de un Fiscal General. Y su nombre se hizo conocer en el mundo porque lideró la investigación del caso Lava Jato y directamente la trama de la corrupción de Odebrecht.
“Es normal que los implicados en estos casos digan hasta el final que son inocentes”, dijo Janiot, cuando un periodista hizo referencia a Ecuador, donde esa ha sido la tónica entre quienes ostentaron poder.
Sin embargo, defendió el sistema de cooperación eficaz de su país y la contundencia de las delaciones que ahí se hicieron para llegar a la ruta del dinero de los sobornos pagados por la constructora. “Para recibir los beneficios, el colaborador debe reconocer los hechos, pero también decir con claridad quiénes fueron sus socios, dónde está el dinero, los medios de entrega y las pruebas de todo ello. Si algo de esto falla, el colaborador pierde todos los beneficios, pero nosotros podemos seguir usando las pruebas”.
Janiot hizo estas declaraciones en un encuentro con periodistas la mañana de hoy en medio de su visita al país en la que brindó una conferencia organizada por la Cámara de Comercio Ecuatoriano-Brasileña.
En criterio del experto, la corrupción no es algo moderno, ha estado siempre en nuestros Estados. Además, asegura que no es que en territorios desarrollados, como Estados Unidos o Europa haya menos corrupción que en América Latina, sino que allá hay mejores sistemas de control. Luego, reveló algunas claves que para él ayudarían a la región a superar esta situación, que se resumen en una sola: independencia judicial. (ASC)