Quito, Ecuador. AFP.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró hoy 24 de noviembre de 2015 «muy preocupante» la posición del presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, quien anunció que pedirá aplicar a Venezuela la cláusula democrática de Mercosur por «persecución a opositores».
«Es muy preocupante. Es claramente una interferencia en los asuntos internos de Venezuela», dijo en una rueda de prensa el mandatario ecuatoriano, cuyo país es miembro asociado del bloque.
«No cabría en el caso venezolano, porque alguien esté de acuerdo o en desacuerdo con el proceso venezolano, aplicar una cláusula democrática», agregó.
El presidente electo de Argentina anunció ayer 23 de noviembre que invocará la cláusula democrática de Mercosur por «los abusos y la persecución a los opositores en Venezuela», en referencia sobre todo al dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, en prisión desde hace más de un año y medio por su supuesta responsabilidad en la violencia en las protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
Esa cláusula contempla la exclusión momentánea de un miembro de Mercosur si hay una alteración del orden democrático.
«En Venezuela, le guste o no le guste, existe una democracia, y existe un proyecto político que se ha cansado de ganar elecciones. Que hay perseguidos políticos, etc… ¡demuéstrenlo! También lo dicen de Ecuador. Cada vez que esta gente le cae a garrotazos a un policía y lo deja medio muerto, después se victimizan y dicen que ellos han sido reprimidos y van a la CIDH», dijo Correa.
Paraguay será sede de la cumbre de presidentes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela, más Bolivia en proceso de adhesión) el 21 de diciembre próximo.
En 2012, Paraguay fue suspendido del Mercosur por consenso de los presidentes Cristina Fernández (Argentina), Dilma Rousseff (Brasil) y José Mujica (Uruguay), por considerar que el presidente izquierdista Fernando Lugo fue destituido en forma ilegítima.
Lugo, actualmente senador, fue despojado del cargo por un juicio político del Congreso y sustituido por su vicepresidente Federico Franco.
Con la salida de Paraguay, simultáneamente los presidentes del Mercosur autorizaron el ingreso de Venezuela, cuyo pedido había sido archivado por el Legislativo paraguayo que ya había alegado entonces violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno del entonces presidente Hugo Chávez.