Varios dueños de los carros solicitaron información en Calderón, para reclamar sobre sus pertenencias.
A simple vista, desde una terraza aleñada al patio de retención vehicular de Calderón, se pueden contar unos 84 automotores quemados total y parcialmente. Son automóviles, camiones e incluso un bus urbano. El viernes, al medio día, esta área ardió en llamas por razones aún no determinadas.
Ese día las llamas se tomaron como por asalto tres bloques de carros enfilados sobre un canchón lleno de maleza seca. Esto, sumado al combustible de los coches, el escenario, según testigos, se transformó en un polvorín. “Fueron explosiones permanentes que nos asustaron a todos”, dice Delia Collahuazo, vecina de estas instalaciones.
Dudas
Los bomberos siguen investigando el suceso, conjuntamente con Criminalística de la Policía, para determinar la causa del siniestro y el número de vehículos averiados. En cinco días emitirán un informe, indicó el comandante del Cuerpo de Bomberos, Esteban Cárdenas.
Hay varias versiones sobre el origen del incendio. Unos moradores hablan de que una quema no controlada de basura originó el hecho. Otros que un cortocircuito en un poste de alumbrado llegó a los matorrales secos.
“Hace tres años hubo dos incendios. No con tantos carros afectados como ahora. En las dos ocasiones se mencionó que la hierba comenzó a quemarse con cigarrillos lanzados al piso”, comentó una habitante del barrio Luis Viteri, donde está ubicado el patio de retención vehicular.
La mujer solicita que se limpie este espacio de cuatro hectáreas como se hacía antes, porque “permanece en mal estado y lleno de maleza”, recalca.
Reclamo
En horas de la mañana de ayer llegaron varios propietarios de los vehículos. Uno de ellos pidió respuesta a la Policía, que tiene a cargo la custodia de este lugar.
“Cuando se retira el vehículo se debe pagar tres dólares diarios, pero esto, ¿quién nos responde?”, se interrogó Carlos Tipán.
Por lo menos unos 300 automotores, entre ellos el ‘narco bus’ colombiano que el año pasado se siniestró en la vía Pifo-Papallacta, ocupan este terreno en Calderón.
“Tuvimos que lanzar mucha agua sobre los carros que están junto a nuestras casas, Incluso hay un tanquero grande de combustible; no sé si estará cargado”, adujo Delia Collahuazo. (SE)
Preocupación en la vecindad
Las columnas de fuego, más el ir y venir de las motobombas, causó tensión en decenas de familias que colindan con el patio de retención vehicular de Calderón. Es el caso de los Pacheco. “Esto es una bomba de tiempo, pudo haber sido una desgracia de proporciones grandes”, indicó uno de ellos.
EL DATO
Casi 30 años lleva en Calderón el patio de retención vehicular.