El grupo ‘Solideo’ conformado por cuatro frailes franciscanos busca evangelizar con ritmos modernos.
El convento de San Francisco guarda su estructura colonial. En su interior, el silencio solo es interrumpido por el rechinar de los zapatos de quienes avanzan a través de una especie de pasadizos con piso de madera.
El guía en ese pequeño recorrido es el Fray Óscar Castro, miembro del grupo musical ‘Solideo’, que significa “solo de Dios en latín”.
A pesar de su sonrisa, se le nota algo cansado. Tal vez porque acaba de llegar de la Amazonía, donde fue a hacer misiones y a poner a bailar a la gente con sus tres compañeros de la agrupación: Fray José Delgado, Fray Patricio Ramón y Fray Ángel Prieto.
Aunque las canciones religiosas no sean una novedad, los cuatro han logrado atraer al público con una propuesta poco convencional. Sus composiciones abarcan ritmos como balada, cumbia e, incluso, reguetón.
Casualidad divina
Fue en 2008 cuando 13 jóvenes comenzaron su formación Franciscana en Otavalo, Imbabura. Cuatro de ellos creyeron que al seguir su vocación religiosa, su apego con la música tendría que pasar a segundo plano o desaparecer. “Pero Dios sabe cómo hace las cosas”, dice Castro, al relatar los inicios del grupo, que surgió de una conversación en la que los aspirantes a franciscanos dieron a conocer su gusto por las melodías.
Lo que inició como un sueño se consolidó a tal punto que llevan 10 años en la escena musical. Y, hasta el momento, han lanzado dos discos. El primero en 2010 y el segundo en 2016, con obras inéditas.
Alabanzas modernas
“A veces nos ven con nuestro hábito religioso y piensan que solo cantamos para la misa”, dice Castro mientras ingresa a la radio Francisco Stereo, donde es director.
El religioso dice que si bien ‘Solideo’ empezó con melodías suaves, como baladas y boleros, con el tiempo, se fue adaptando a nuevos géneros: salsa, electrónica y reguetón.
En este último es donde Castro se siente comprometido a dar una breve explicación. “Reguetón en el buen sentido, porque a veces la gente piensa que es un ritmo ofensivo, nosotros aclaramos que todo depende de la letra”.
Para el Fray, todos los ritmos son creados por la naturaleza y por Dios, por lo que no pueden ser malos ni insultantes.
Con un intro urbano, bastante ‘flow’ y el respectivo toque de autotune (ajuste de voz y sonido) se esucha: “Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor…”.
La introducción de la canción ‘Espíritu Divino’ compuesta en este polémico género musical.
Más allá de la iglesia
Durante la primera década de la agrupación, el objetivo de los hermanos franciscanos ha sido que su música se escuche en todas partes. Dicen que su público está compuesto por jóvenes, madres, padres y toda la familia.
Que no hay una edad para alabar a Dios y que esperan que su música esté presente hasta en las fiestas. Los hermanos aseguran que sus canciones tienen mensajes positivos que impulsan la superación personal.
La creación
Fray Casto destaca que los cuatro colaboran en la creación de las canciones. Todos ponen su clave a las partituras.
Los hermanos no dudan al señalar a Fray Ángel como el músico más completo de la agrupación. Toca la bateria, el bajo, la guitarra, el piano y algunas percusiones.
Al momento de alabar, todos son vocalistas. Todos tienen una parte en cada melodía. “Depende de las tonalidades”, señalan.
Cuestión de fe
Los miembros de ‘Solideo’ recuerdan que el camino fue largo. Para presentarse en otras parroquias debían pedir permiso a sus superiores.
Después, las invitaciones a eventos llegaban hasta el convento.
Para esto, los frailes agradecen el apoyo de la Orden Franciscana en el Ecuador, que ha hecho posible que los religiosos hayan recorrido las cuatro regiones. Uno de sus videos musicales, llamado ‘Ha llegado el momento’, se grabó en Galápagos.
“Dios nos concedió la gracia de ir a cantar en el extranjero”, recuerda Fray Óscar. Pues ‘Solideo’ presentó sus alabanzas ante la comunidad latina en Washington, Estado Unidos.
Para los músicos, la banda existe gracias al cariño de la gente. Lo que se ve reflejado en su canal de Youtube, que cuenta con 1.452 suscriptores. Y sus videos superan las 30.000 reproducciones.
Esto les genera satisfacción, ya que los hermanos no manejan ningún tipo de mercadotecnia. Para ellos, todo es posible gracias a su manager, que es Dios.
“Es Jesús quien nos prepara la agenda y busca los contactos para que nuestro mensaje pueda seguirse comunicando”, reiteran.
Al ritmo del señor
Uno de los cuatro integrantes ya es sacerdote. Los otros son diáconos que están próximos a obtener este título que representa más obligaciones y responsabilidades. Sin embargo, ponen su fe en que podrán mantener viva a la agrupación.
Por lo que, con la fraternidad, seguirán coordinando para poder salir a eventos puntuales en los que puedan evangelizar a través de la música, que para ellos, representa un lenguaje universal.
El objetivo de los hermanos es que ‘Solideo’ se expanda y que más personas lo conozcan. Por eso, en las presentaciones a las que asisten con su hábito y sin nungún reparo para bailar, invitan al público a compartir el contenido que generan en redes sociales.
Con mucha emoción cuentan que próximamente su música estará en plataformas como Spotyfi, iTunes y más.
Y si la gente pensó que ‘Solideo’ ya había plasmado sus cánticos en todos los ritmos, se equivocó. El grupo recibió una propuesta para alabar en versión mariachi y analiza la posibilidad de hacer temas con géneros ecuatorianos.
Apertura en el mercado
Si bien reconocen que al inicio nadie invertía en la música católica- cristiana, los miembros de ‘Solideo’ se sienten felices al ver el crecimiento que esta rama musical ha tenido.
Destacan lo hecho por los dominicanos ‘Alfareros’, que en 2018 ganaron el Grammy Latino a mejor álbum Cristiano en Español. (AVV)
«Es Jesús quien nos prepara la agenda y busca los contactos para que nuestro mensaje pueda seguirse comunicando”.
‘Solideo’.
Canales
° Para quienes estén curiosos por escuchar la propuesta de ‘Solideo’ pueden buscarlos en Youtube como ‘Solideo Franciscanos Ecuador’ o adquirir sus CD en el convento San Francisco y, de esa manera, tener un momento de reflexión a través de la música y por qué no, “bailar como Dios manda”.
