Como de muy lenta fue calificada la atención por parte de quienes llegaron, ayer, desde algunos sectores de la ciudad para realizar el cambio de domicilio en el Tribunal Provincial Electoral de Esmeraldas (TPEE).
El plazo para realizar el cambio de domicilio terminó ayer. Eso provocó la aglomeración de personas en el Salón de la Democracia, donde se observó una larga fila y la desesperación por atención urgente.
Mujeres en estado de gestación y personas de la tercera edad habían estado desde tempranas horas de la mañana y hasta las 11h00 seguían esperando. “Todo dejan para último”, dijo con ironía, una de las personas que estaba en la fila.
En el centro de cómputo, sólo había una ventanilla, una digitadora y dos asistentes, quienes apresuradamente receptaban datos de los ciudadanos que se mostraban impacientes por el lento proceso.
Faltó información
Doña Vitalia Mina, de 62 años, dejó de cumplir algunas actividades para realizar su cambio desde Rioverde a Esmeraldas. Es de escasos recursos económicos y teme que el 30 de septiembre no pueda viajar hasta ese cantón a sufragar por falta de dinero.
Luis Tafur y Elisa Bonilla, coincidieron en que hizo falta difusión. Apenas se enteraron por la información emitida en una de las radioemisoras de la ciudad. Ellas, al igual que muchas otras personas, se quejaban por la falta de personal para atender la demanda presentada.
Manifestaron que no sabían hasta cuándo era el plazo para los cambios; sin embargo, el secretario de la institución, Carlos Estupiñán Morcillo, manifestó que éstos se realizan desde hace dos semanas.
De otro lado, en las afueras del organismo rector del sufragio, un buen número de ciudadanos esperaba para pagar la multa por no haberse presentado a sufragar en elecciones anteriores. Algunos pagaban hasta 28 dólares por no haberse presentado en cinco ocasiones.