30 familias quedaron en la calle

AFECTADOS. Unas 30 familias desde ayer se quedaron sin las casas que habían construido en un sector aparentemente de propiedad privada.
AFECTADOS. Unas 30 familias desde ayer se quedaron sin las casas que habían construido en un sector aparentemente de propiedad privada.

La orden de desalojo buscaba hacer respetar propiedad privada, los retirados dicen todo es ilegal.

¿Y ahora dónde vamos a dormir con nuestros hijos? era una de las preguntas recurrentes del grupo de madres que, ayer fueron desalojadas de las casas de caña guadúa construidas en el último año en la isla Pianguapí, de la ciudad de Esmeraldas.

La interrogante carecía de respuestas, por cuanto los policías aseguraban que estaban cumpliendo una orden de desalojo originada por el Ministerio del Interior y ejecutada por la Intendencia de Policía. Le meta era sacar a quienes “están ocupando de manera ilegal los predios privados”, justificó el accionar de 48 policías, el jefe policial del desalojo Hugo Jaure.

Durante el procedimiento se originaron conatos de enfrentamientos y escenas que entristecen. Una de ellas, niños llorando sobre los colchones colocados en las polvorientas calles del lugar. También estaban las madres que con gritos de desesperación solicitaban que por favor no les destruyan sus viviendas y que les dejen quedarse.

CUMPLIMIENTO. La Policía Nacional la mañana de ayer ejecutó una orden desalojo en la isla Pianguapí.
CUMPLIMIENTO. La Policía Nacional la mañana de ayer ejecutó una orden desalojo en la isla Pianguapí.

Seguimientos

El pedido de las 30 familias que ahora están sin casa no tuvo eco, por cuando se usó una retroexcavadora para derrumbar las rústicas infraestructuras. Los acusados de ser invasores cementaban a todo pulmón que ellos son víctimas porque no quisieron pagarle a un hombre que califican de terrateniente, quien sería el promotor de otras ventas de tierra.

El acusado estaba en el lugar con la protección policial e iba indicando qué casa tenía que ser demolida. Él prefirió no hablar del tema públicamente. Se conoció que para llegar a lo actuado se cuenta con reportes de Inteligencia policial, Secretaría de Gestión de Riesgos y tomas áreas de cómo estarían invadiendo progresivamente el terreno; lo que no se mostró fue la escritura del propietario del lugar invadido.

En medio del momento de angustia de perder la construido ocurrió algo particular. Desde la casa de uno de los lugareños se extrajeron pertenencias (colchón, espejo, plancha y más) de un vecino que había denunciado meses atrás el robo, lo que provocó inconvenientes verbales y asombro de lo ocurrido.

ESPERANZA. Quienes fueron retirados del lugar donde habían construido sus viviendas, esperar recibir algún tipo de ayuda para vivir.
ESPERANZA. Quienes fueron retirados del lugar donde habían construido sus viviendas, esperar recibir algún tipo de ayuda para vivir.

Apareció lo robado

El acusado aceptó en cámara que sí había recibido los bienes de manos de ladrones le habría dicho “quédate pito frío”, es decir que no los delate ante la justicia.

La versión no fue creída por el familiar de la afectada y más bien le expresó su enojo, en medio de un ambiente parecido una destrucción natural que arrasó con viviendas que horas antes estaban con familias felices. (MGQ)