San Marcos, un barrio de variedades

El parque y la iglesia central son los principales atractivos del barrio.
El parque y la iglesia central son los principales atractivos del barrio.

“El que hace un mal, no espere un bien” es la frase de bienvenida al Barrio San Marcos, en el centro histórico de Quito. El tradicional sector es rico en historias y leyendas. Sus habitantes, en su mayoría, son adultos y algunos llegan a la tercera edad llenos de recuerdos y anécdotas.

Para ingresar al barrio se debe tomar la calle Junín. Recorriendo la vía de adoquines de colores, se llega hasta el parque y la iglesia central. Allí se puede disfrutar de un jardín, una pileta y un entorno de casas antiguas pintadas de colores.

El sector residencial de San Marcos surgió en el siglo XVI y se extiende hacia el oriente como un delgado brazo de la ciudad. Y esa estrechez de su calle principal, la iglesia y el pequeño parque le dan al sitio un aire de antigüedad.

Su gente y espacios
Carlos Quinteros, morador de la Junín, manifestó que en el lugar habita gente mayor que se encarga de transmitir las historias y organizar los eventos, y que los jóvenes tienen grupos basados en el arte.

Rodrigo Guzmán, morador del sector, agregó que el único parque con el que cuenta el barrio es solo para sentarse y no sirve para realizar deportes. “San Marcos no tiene con canchas deportivas, espacios verdes y con la regeneración arquitectónica es imposible adecuar los espacios para jugar fútbol o volley”, dice.

Manifestó que entre los espacios más visitados y que dan nombre al barrio se encuentran dos museos, la casa restaurante la Octava de Corpus, el parque y la iglesia.

Se fue la prostitución

Antes, la calle principal e ingreso del barrio (Junín) era conocida por el elevado número de trabajadoras sexuales, sin embargo, los controles policiales y la participación comunitaria hicieron que las trabajadoras salgan del lugar.

Por ejemplo, las trabajadoras, con sus clientes, siempre acudían a tomar jugos, a tomar colas o pan en las tiendas del lugar, pero con su remoción a La Cantera, los negocios que giran alrededor decrecieron.

Mariana Erazo, propietaria de los ‘jugos de la Junín’, informó que el local disminuyó sus ventas desde la regeneración. La clientela ya no acude a comprar bebidas y los pocos jugos que se venden “solo alcanzan para pagar el arriendo”.

Arriendos baratos
Las casas antiguas también albergan historias, entre ellas las de jóvenes que viven en pequeños cuartos. El valor de una pieza varía entre 10 y 15 dólares por mes. Tienen espacios compartidos como lavanderías, baño, patio y pasillos.

Guzmán agregó que, en cuanto a los arriendos, en los condominios y casas conservadas y recuperadas del sector, el valor puede variar entre 150 y 300 dólares.

Memoria histórica
El pasado viernes 8 de diciembre del 2006 se realizó la presentación de la memoria histórica de San Marcos. La investigación permitió que los viejos moradores del sector rescaten, en un documento, la trayectoria de su barrio. La obra fue presentada por Lilian de Gallegos, investigadora barrial.

En San Marcos se puede disfrutar de espacios como el convento de Santa Catalina, el Templo de San Marcos, el Museo de Arquitectura, el Museo Manuela Sáenz, acogedores restaurantes y sus edificaciones civiles, especialmente del eje de la calle Junín, que datan del siglo XVII y XVIII.

En el lugar también se encuentran talleres artesanales y rincones con historia, como el relato del ocultamiento del cadáver del ex Presidente Gabriel García Moreno por cien años en el Convento de Santa Catalina y el Señor de Los Milagros.

¡A comer!
Restaurante de lujo

En el barrio, uno de los lugares más visitados es el restaurante La Octava de Corpus. En este espacio la carta es exclusiva y cuenta con una variedad de vinos.

La casa gastronómica y cava vinícola se encuentra ubicada en una de las casas más pequeñas. “Lleva el nombre de la Octava de Corpus como una representación de la cultura ecuatoriana relacionada con las fiestas del Corpus Cristi”, dijo Jaime Burgos, propietario del restaurante.

En la casa se pueden observar vitrales de origen oriental, tres obras consideradas patrimoniales y cuadros de pintores ecuatorianos. La infraestructura data de1880.