Según el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), donde se analiza el Mercado Laboral, en Ambato en 2012 se contaba con una población de 14.621 personas catalogadas en el rango de subempleo, esta cifra subió más del doble para junio de 2017 llegando a 32.826.
El estudio revela que en los seis años se tiene un crecimiento mayor al 124%, además demuestra que Ambato es la segunda ciudad a escala nacional con el índice más alto de subempleo luego de Guayaquil.
Las cifras indican que incluso en relación al 2016 este año al número de personas en el subempleo se sumaron más de 5.678.
Realidad
En las calles de Ambato no es difícil observar este fenómeno, ya que la ciudadanía que no cuenta con un trabajo considerado adecuado busca la forma de sustentarse.
Ese es el caso de Danilo Córdova, de 33 años de edad, quien trabaja de manera informal vendiendo bocaditos en la calle a fin de conseguir el sustento para su familia.
Córdova aseguró que trabajar de esta manera no es lo mejor, ya que hay días en que logra vender sus productos luego de recorrer todo el centro de la ciudad, sin embargo, hay otros que no saca ni siquiera la inversión, sin mencionar que debe moverse frecuentemente para que la Policía Municipal no le moleste.
“No podemos quedarnos estancados y en vista de que no hay trabajo uno debe buscar la manera de seguir adelante”, dijo.
A decir del ciudadano, él trabajaba en una empresa de servicio de lavado de ropa, pero debido a la situación económica recortaron personal y lo liquidaron.
Situación similar vive Fanny, quien prefirió mantener su nombre en reserva, ella vende refrescos para una compañía a medio tiempo y por menos del salario básico, además aseguró que buscó por más de tres años trabajo y al final solo consiguió eso. “Trabajo por horas y gano por comisión, es lo único que me pudieron ofrecer. Peor es estar sin trabajo”, manifestó.
Situación
Para John Tello, analista económico, la situación económica del país es bastante crítica y al no encontrar fuentes de trabajo la ciudadanía ambateña genera pequeños emprendimientos, lo cual no representa que ya tengan mejores condiciones de desarrollo. “Esto significa que esta semana puedo trabajar y la siguiente semana no, de acuerdo a las condiciones y realidad de cada emprendedor”, aseguró.
Lo que se debe hacer es reajustar las políticas económicas para que se genere fuentes de trabajo en la empresa privada, que puedan acoger a la mano de obra directa e indirecta, señaló Tello. (FCT)