¡Ve, ve, allá llega¡”, decía una mujer toda emocionada mientras miraba arribar la avioneta de Álvaro Noboa que aterrizaba en el aeropuerto de Santo Domingo, ayer, en horas de la tarde.
En seguida quienes tuvieron acceso a la parte interior del aeropuerto se aglomeraron para verlo, pero a la voz de enojo de Federico Pérez: “Tenga la bondad de no moverse”, algunos se quedaron a mitad de camino.
Una vez que bajó de la avioneta, el primero en saludar al presidenciable fue Pérez, y luego se acercaron otros miembros del partido y simpatizantes; entonces caminó el aspirante al sillón de Carondelet hasta la mesa preparada para su llegada.
Allí el edil Fernando Espín le entregó una carta de compromiso, para que la firmara. En ella se le pedía que si gana la presidencia de la República impulse con celeridad el proyecto de Ley de Provincialización.
Noboa no firmó la carta, pero le respondió a Espín que respetará la decisión que tomen los ciudadanos en la Consulta Popular.
Recorrido por la ciudad
Luego el candidato se dirigió a los presentes y dijo: “Mientras el Ecuador sea autosuficiente para producir maíz, arroz y soya no permitiré la importación”.
Respecto a la vacuna para la fiebre aftosa (una preocupación del sector ganadero nacional) dijo que hay que bajarla a mitad de precio.
Al hablar del bono solidario aclaró que lo subirá paulatinamente hasta los 35 dólares, «de acuerdo a como vaya mejorando la economía del país». Luego se marchó sin dar oportunidad a la prensa para que lo interrogara.
Al salir del aeropuerto realizó un recorrido por las principales calles de la ciudad hasta llegar a la escuela Ramón Moncayo Benítez, de la cooperativa de vivienda Juan Eulogio Paz y Miño, donde entregó una computadora.
Allí no se demoró más de 10 minutos, para dirigirse a la casa comunal, donde entregó dos sillas de ruedas y dio un crédito de 500 dólares. En seguida rezó un Padre Nuestro para que los enfermos se sanaran.
Candidato
Noboa
* Algunos niños en la parte exterior de la escuela Ramón Moncayo Benítez fueron pisoteados en medio de la multitud.
* Beatriz Balcázar le regaló una Biblia a Noboa «para que con ella dirija los destinos del país».