Hoz y martillo marcarán nuestro rostro, si no reaccionamos

A nadie se le ocurre decir que la esclavitud fue una buena idea mal implementada. En cambio, si dicen que el comunismo que asesinó más de 100 millones de personas, es una buena idea, mal implementada en la URSS, Cuba, Venezuela, que hay que mejorar su ejecución. La meta del socialismo del s.XXI no solo es institucionalizar fraude electoral, corrupción, saqueo de bienes, confiscación del ahorro a través de impuestos, injusticia, miseria e impunidad; sino que te conformes, con esa situación aberrante. Para ello utiliza el miedo (virus chino, terrorismo), para limitar libertades de defensa, movilidad, comercio. El totalitarismo no soporta que la sociedad esté armada, ni que guardes fidelidad a algo superior a su organización gangsteril, a través de la fe. Desea que aceptes sus mentiras, como verdades. No le satisface tu obediencia forzada, aún cuando sea sumisa, exige sometimiento voluntario, que lo obtiene de mediocres, infames, oportunistas, miserables, ineptos, esbirros, antipatria, resentidos e imbéciles; que son los que prosperan en esos regímenes (miren quienes gobiernan). No es la primera vez, una facción criminal «demócrata», se alió a los confederados y dispuso se ejecute a todo negro capturado. En 1863, Lincoln emitió Orden de Represalia: por cada soldado de la Unión ejecutado, se ejecutará un confederado. Entendió que el modo de detenerlos, era hacerles a ellos, lo que ellos le hacían a los suyos. Murió defendiendo principios contra la esclavitud. Ahora América, de EEUU a Chile, enfrenta la nueva modalidad de esclavitud: el socialismo del s.XXI. La verdad es que todo totalitarismo es esclavitud, se llame: socialismo, comunismo, fascismo o nazismo. La agenda dictatorial socialista, pretende imponer un nuevo orden moral, con sus falacias, exigiendo el abandono de los valores y principios de la democracia liberal. Cuando existe agresión, la defensa propia, es la respuesta legítima a la violencia. ¡Reacciona! ¡Reacciona!

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