Andrés Alonso Rios Ludeña
Es vital referirnos en esta ocasión al sector agropecuario del Ecuador, que diariamente ha pasado desapercibido, sin dar mayor importancia a esta parte fundamental de la estructura económica del Estado, que se ha visto afectada en gran medida, por la falta de apoyo e incentivos de un gobierno poco garantista. A este sector imprescindible, principal generador de nuestra economía, se ha hecho caso omiso, y más bien se le han puesto trabas a su progreso.
Para ello me refiero a una investigación reciente de la Universidad Agraria del Ecuador (UAE), las exportaciones de productos como el café, banano, camarón, maíz y muchos más, se han reducido considerablemente, y el precio no es la excepción, pues a nivel nacional el quintal de maíz que años anteriores se lo vendía a un precio justo de $15 dólares, como es que ahora ha bajado a $13 dólares, lo mismo sucede con el café, que se ha reducido su exportación en más del 40%, por tal razón, somos testigos que hay una ley como la de Fomento Productivo que defiende, entre comillas, al sector agropecuario, pero la mayoría nos preguntamos; ¿qué tan garantistas y eficientes son esas leyes? ¿O a la final como en su mayoría son letra muerta?.
Finalmente, para recalcar un dato importante acerca del historial del sector productivo que tuvo nuestro país tiempo atrás, pues según la Corporación Andina de Fomento (CAF) a partir de la crisis de la década de los ochenta y las reformas macroeconómicas que se implantaron posteriormente, el desarrollo agrícola y rural ha cobrado renovada importancia en América Latina, pero no ha existido y más aún en los últimos años los más primordial que es el apoyo financiero – económico de manera especial en Ecuador.