La imagen y realidad del país se transmite a través de la prensa ecuatoriana convirtiéndose en la actualidad, triste y penosa, en el primer semestre del año que decurre y que avanza vertiginosamente afirmándose roles que conmueven la realidad de una pandemia que menoscaba la vida del ser humano, y que mientras no exista obediencia, control y disciplina perdurará por mucho tiempo más aún si salta y sigue manifestándose a la vista el virus de la corrupción que con facilidad se hizo carne en seres miserables y criminales que han atentado contra la seguridad de la vida ecuatoriana.
Covid Vs. Corrupción se desenlaza en la muerte de ideales, de la salud y la extinción de muchas personas que aspiraron vivir y morir pero no de la manera miserable como cunde en la realidad que nos toca vivir.
La reflexión sobre los valores y conductas nos llevan a la concreción del espíritu decadente de muchos seres que transitan malversando la imagen del pueblo ecuatoriano.
Actividades y actitudes cotidianas conllevan a tener una esperanza en la justicia que brega por mejores días con salvedad de determinados y muy ilustres ciudadanos que afianzan su saber en el buen desenvolvimiento en el cargo que ostentan.
Se entrelazan Covid y Corrupción para causar exterminio, hambre, desocupación, muerte. Con facilidad los corruptos cobardes volaron a otra cueva tal cual ratones que huyen robando o destruyendo lo que encuentran a su paso, y, pensar que aún hay por cientos los pretendidos incautos que defienden la deshonestidad que yace enquistada en nuestro suelo patrio. El Covid mata, la corrupción mata y la muerte ronda por doquier.
María Luisa Gómez de la Torre Gómez