El 10 de Agosto de 1809

POR: Laura Benítez Cisneros

Los acontecimientos y las razones conocidas por la historia de nuestros pueblos se suscitan en la ciudad de Quito, capital de los ecuatorianos, y estas tenían un tinte revolucionario de dignidad, civismo, patriotismo y heroísmo. Y uno de los fenómenos que engrandeció y enalteció a esos patriotas del 10 de Agosto, fue la invasión napoleónica a España. Los Criollos quiteños se plantean cómo hacer frente a ese problema.

Juan Pío Montúfar se encarga de reunirlos a un grupo de quiteños, en su hacienda de los Chillos, formando un núcleo principal de las reuniones revolucionarias que tenían que emprenderlas en el mes de diciembre de 1808. Este puñado de hombres se preparó para dar el golpe y formar una Junta de Gobierno, que fueron descubiertos y tomados prisioneros justo antes de actuar.

Este fracaso no los desanimó y continuaron planeando un nuevo golpe, y es la noche del 9 de Agosto de 1809 que se reunieron en la casa de Doña Manuela Cañizares y decidieron actuar. La conspiración se basó con la ayuda de los Jefes Militares y la tropa que los respaldaba. Al día siguiente el éxito fue una realidad y los patriotas proclamaron con el repique de campanas y bandas. Esto sucedió el 10 de Agosto de 1809, días después se convocó a un cabildo abierto que se reunió en la Sala Capitular del Convento de San Agustín.

Analizando el 10 de Agosto de esa época histórica, con la actual, el pueblo ecuatoriano y los ciudadanos vemos que esa independencia aún no nos ha llegado, y que los planes y proyectos que este régimen se ha propuesto sacar adelante no se hacen realidad y caminan a paso lento en todos los aspectos sociales, políticos, económicos, de educación, salud y otros.

Y en la frontera norte siempre nos hemos encontrado desamparados por los gobiernos de turno.