‘Chao, compañeros nuestros. Chao, no miren atrás’

INSTANTE. Los cuerpos de los periodistas fueron sepultados juntos, por decisión de las familias.
INSTANTE. Los cuerpos de los periodistas fueron sepultados juntos, por decisión de las familias.

Ecuador despidió ayer a los periodistas asesinados por el criminal ‘Guacho’.

Decenas de personas colmaron ayer la Iglesia de La Dolorosa, en el centro norte de Quito. Lo hicieron para acompañar a los familiares de Efraín Segarra, Paúl Rivas y Javier Ortega, miembros del equipo de El Comercio secuestrados y asesinados en territorio colombiano.

Una gran pancarta con las fotos de los tres periodistas, delimitada con velas y flores, precedía la entrada al templo. Unos pasos hacia el interior, en tres pequeñas mesas, varias tarjetas y papeles testimoniaban, de puño y letra, los más sinceros mensajes de descanso, paz y agradecimiento por el trabajo y la vida de los fallecidos.

La ceremonia religiosa, sencilla y emotiva, tuvo tres hitos de gran sentimiento. El primero, durante el tercio de las ofrendas, lo protagonizaron varios trabajadores de El Comercio, cuando depositaron en el altar una libreta de apuntes, una cámara de fotos y las llaves de una camioneta, como símbolo del trabajo de los tres. Además, enarbolaron una pancarta con la frase: ‘Nadie se cansa’, lo que arrancó aplausos y gritos de los presentes.

El segundo momento fue el pequeño discurso dado por Yadira Aguagallo, pareja de Rivas, en el que agradeció a los ecuatorianos por el amor y el apoyo entregado a los familiares, y reiteró el compromiso de seguir luchando para que casos similares, actuales y futuros, no terminen en tragedia.

“De hoy en adelante, se renuevan el compromiso y la fuerza, bajo el lema de memoria, verdad y justicia. Para que el periodismo no calle, para que se sepa todo y para que nunca vuelva a pasarle algo parecido a ninguna familia”, dijo. Además, recordó a los militares asesinados en la frontera y a Katty Velasco y Óscar Villacís, pareja secuestrada en esa zona desde abril.

Color en medio de la despedida
También hubo tiempo para la música. Jaime Guevara, cantautor y luchador social, ofreció su homenaje con una canción, que en su coro decía “Chao, compañeros nuestros; chao, hoy que se nos van; chao, compañeros buenos; chao, no miren atrás”.

Pero el punto culminante, como preludio de la salida de los tres féretros, fue el canto a capela, con el cariño y el dolor a flor de piel, de la madre de Paúl Rivas. Una melodía, ovacionada entre lágrimas y consignas de lucha, para iniciar el último trayecto de los féretros por la ciudad, hasta su última morada en un camposanto ubicado en el norte.

Más flores, banderas, gritos y aplausos, entregados por la ciudadanía quiteña, acompañaron la ruta. Finalmente, en el camposanto, y por decisión de las familias, los tres miembros del equipo periodístico fueron depositados juntos para su descanso eterno. ¡Juntos! Tal como iniciaron el viaje a la frontera, donde encontraron la muerte a manos de una banda criminal. (JS)

FRASE

No solucionaremos los problemas de la frontera invirtiendo en armas. Lo solucionaremos con desarrollo, con educación. Con la presencia de salud”. Monseñor Eugenio Arellano, Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y obispo de Esmeraldas.

Cronología

Para no olvidar

° El 26 de marzo se confirmó el secuestro del equipo periodístico.
° Su deceso fue anunciado por las autoridades el 13 de abril.
° Finalmente, el 21 de junio, las autoridades colombianas hablaron sobre el hallazgo de los cuerpos en una zona de rural de Tumaco.
° El miércoles de esta semana los cuerpos llegaron al país.