Generosidad de altura

AUTORA: Rocío Silva

El día tiene los colores vivaces de un día de paseo, pese a que no hay un acuerdo sobre la ruta más cómoda a seguir: la carretera por Santa Rosa o la que va por Aguaján; pero en fin tomamos la de Santa Rosa, lo único que se sabe con certeza es que nos espera una jornada tachonada de emociones en Salinas de Guaranda.

En esta ocasión no se han dejado observar las vicuñas, tal vez alguna despistada ha hecho una aparición fugaz. Uno de los viajeros es el encargado, con el GPS de su teléfono, de informar la altura sobre el nivel del mar que vamos tomando en el trayecto. Deseamos servirnos algún alimento caliente, decidimos acercarnos a un paradero con techumbre de paja, junto al monumento del taciturno Alexander von Humboldt, el erudito de amplio espectro: geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador prusiano, a quien sus viajes de exploración lo trajeron hasta acá.

Aparece entonces, un señor de tez clara, mejillas rosadas y cabello ensortijado, con una amabilidad y generosidad sin límite, hemos solicitado el más humilde de los platos; pero nos ha inundado (hablando en buen término) de cortesías de la casa. Estas cortesías son tres delicias, ha empezado por un coctelito caliente, hecho con fresas y aguardiente de la zona, luego hacen su aparición unos vasos cristalinos con néctar de durazno cocido con avena, -segunda delicia-; mientras degustamos las habas tiernas con choclo desgranado y el queso con dejo holandés, con un ají digno del Taita Inti, y cuando la añoranza de la niñez en la cocina grandota de paredes siempre blanqueadas con cal y repleta de afectos y voces, me ha vuelto a tomar rehén; aparecen cuencos de arcilla con canguil- tercera delicia-

No puedo dejar de preguntar quién es este anfitrión excelso, dice llamarse Samy Najera, quien luego de surcar mares, conocer las amarguras del éxodo, decidió aprender y más aprender en su permanencia en España, hasta que volvió a su provincia de Bolívar, para tener de cerca nuevamente a sus afectos, a su virgencita del Guayco, a su Carnaval, a su vida.