Esta forma de alimentar a los bebés es un acto de amor que estrecha los lazos afectivos entre la mamá y su hijo.
“Cuando das de lactar no solo brindas leche al bebé, sino también amor, respeto, autoestima… El momento en que brindas la leche das el cuerpo, el alma… es un instante mágico”, manifiesta Samanta Cevallos, sicóloga clínica, quien por cerca de 20 años ha realizado acompañamientos y educación a las mujeres embarazadas y a las que alimentan a sus hijos directamente del pecho.
Hasta el 7 de agosto se extiende la Semana de la lactancia materna y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reitera que es la piedra angular de la supervivencia y la salud infantil, porque no solo proporciona todos los nutrientes necesarios para el crecimiento durante los primeros seis meses sino también la protección frente a muchas enfermedades infantiles que ponen en riesgo la vida y protege frente a algunas enfermedades no transmisibles más tarde en la vida. “La lactancia materna contribuye al desarrollo del niño, al logro educativo y al bienestar económico”, destaca en su página oficial de Internet.
Y desde el Ministerio de Salud se reiteró que la leche materna es el alimento ideal para recién nacidos y niños menores de 2 años, porque al tener anticuerpos les protege de patologías infantiles comunes, como la diarrea y la neumonía, que constituyen las principales causas de mortalidad infantil en el mundo.
Relación duradera
Cevallos, quien está al frente de la casa de madres Regazo, donde se realiza acompañamiento a las mujeres antes, durante y después del embarazo, pone énfasis en que la lactancia materna no es únicamente beneficiosa para el bebé y no es solo dar la leche, sino que es una experiencia emocional que transmite seguridad al hijo y despierta muchas emociones y sentimientos en la mujer, porque “una mamá nace cuando nace su bebé”.
A su criterio no hay que dejarse llevar por tabús entorno a la lactancia materna y tampoco dejarse influenciar por consejos para poner horarios de alimentación al recién nacido. Al bebé hay que amamantarlo desde el momento de su nacimiento con el calostro que inicialmente tienen las madres y luego alimentarlo a demanda, pues “la lactancia materna es una oferta de venta y demanda… mientras más demanda el bebé, más voy a vender”.
Añade que dar de lactar a demanda no es malcriar al bebé y asegura que un abrazo, una caricia y una buena atención no hacen daño.
La leche siempre es buena
“La leche nunca es de mala calidad, así la mamá no tenga buena alimentación”, asegura la especialista, pero añade que si hay una buena nutrición el producto será mucho mejor.
Asimismo, recomienda no suspender la lactancia aún cuando se presenten problemas en el bebé o cuando la madre tenga dificultades y se encuentre triste. Antes, en esos casos les aconsejaban no amamantar hasta que su estado mejore, pero ahora Cevallos sugiere que antes de alimentar al bebé, hablen con él y le cuenten lo que está pasando, que le hagan saber que lo aman. “Esa es una manera diferente de darle de lactar”, enfatiza.
Sin embargo, en los casos extremos en que por alguna enfermedad como el cáncer les sea imposible amamantar a los bebés hay mamás nodrizas que los alimentan de manera directa o que donan la leche para darles con un biberón. En estos casos se debe garantizar que las mujeres estén sanas, sin enfermedades infectocontagiosas. (CM)
Comodidad
A la hora de amamantar
>> Hay muchas posturas y posiciones que pueden adoptar las madres a la hora de alimentar a sus bebés.
>> Lo más importante es el agarre, es decir la forma en cómo el niño se sujeta del pezón.
>> Para amamantar hay que estar cómodas, por ejemplo en un sillón y disponer de cojines para apoyar al bebé o los brazos mientras se lo sujeta.
>> Lo importante es no amamantar nunca encorvada sobre el bebé.
Tipos de leche materna
En los primeros cinco días después del parto se produce el calostro que proporciona la primera inmunización al pequeño. Contiene proteínas, minerales, sodio, potasio, vitaminas A y E, carotenoides, carbohidratos, grasa y lactosa. Está lleno de leucocitos que destruyen bacterias y virus.
La leche llamada de transición se produce entre el quinto y décimo día después del parto, tiene mayor contenido de grasa, lactosa y vitaminas hidrosolubles, por lo que suministra más calorías al recién nacido.
Y a partir del décimo día, la madre produce la leche materna propiamente dicha, que aporta las sustancias nutritivas y las calorías para el normal desarrollo y crecimiento del bebé durante los primeros seis meses de vida. Sus principales componentes son: agua (un 88%), proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas. También contiene oligoelementos, hormonas y enzimas.
“La lactancia es un 90% amor y un 10% leche, porque mientras más amor das, más oxitocina tienes y más leche produces”.
Samanta Cevallos
Sicóloga
