Pachacamac, Awka Llakta y Arutam y su identidad rockera

RITUAL. Los rockeros dejan de lado los instrumentos acústicos para entonar con los de viento en honor al Inti Raymi.
RITUAL. Los rockeros dejan de lado los instrumentos acústicos para entonar con los de viento en honor al Inti Raymi.

Algunos grupos metaleros plasman los orígenes ancestrales en sus melodías y prácticas.

Texto y fotografías: Viviana Herrera A.

@ViviHerreraA

Durante estos días se ha tratado en este espacio sobre los grupos de rock Pachacamac, Awka Llakta y Arutam, los cuales, mediante su música e inspiración, hacen fluir las creencias, las costumbres, los mitos, las leyendas y las deidades de los pueblos kichwas, de sus ancestros.

Hoy continuamos con la simbología, los códigos, lo que nos quieren decir con su letras, sin dejar de lado las creencias de sus pasados.

El uso de signos y símbolos andinos dentro del yana anta (agrupar las creencias y prácticas ancestrales con los sonidos estridentes del metal pesado) por parte de los rockeros, con un legado mestizo-indígena, intenta demostrar que la cultura evoluciona, pero no cambia su contenido original, se mantienen las creencias paganas de los pueblos kichwas y que, a través del yana anta, se busca generar una resistencia a las nuevas formas de dominación.

La transformación de los patrones culturales mediante la ruptura de cánones y comportamientos socialmente establecidos genera un cambio cultural, de la identidad y compatibilidad que luchan porque las tradiciones de los pueblos andinos no pierdan su esencia ni su legado cultural.

Mantener sus tradiciones vivas

La adaptación de los códigos andinos por parte de los rockeros paganos pueden analizarse como un proceso de descolonización que les permite romper o modificar los conceptos multicolores que rodean a los runas (personas) del país como un legado del folklor nacional. Además de integrarse al espacio social urbano donde puede demandar espacios socio culturales que le permitan ser parte de… y no ser el excluido.

Por otro lado, enaltecer las creencias y costumbres resulta un mecanismo de resistencia y de lucha por la identidad. Está basada en el proceso cultural de las personas, en este caso dirigido al yana anta que dota de sentidos de pertenencia que le permiten mantener sus tradiciones vivas, lo que hace que las comunidades indígenas adquieran nuevos procesos de significación que permite resignificar la cultura de origen.

CREENCIA. Asistente a concierto de metal pagano en Urcuquí lleva consigo un bastón sagrado para ahuyentar los malos espíritus.
CREENCIA. Asistente a concierto de metal pagano en Urcuquí lleva consigo un bastón sagrado para ahuyentar los malos espíritus.

Los rituales metaleros

Como parte de sus creencias y prácticas ancestrales, los músicos andinos realizan ritos que son de bastante significado para ellos. Arutam, por ejemplo, previo a cada concierto elabora una bebida estimulante denominada ‘Colla’ o ‘San Pedrito’, que se utiliza en ceremonias tradicionales importantes. Los integrantes la ingieren previamente en dosis pequeñas antes de subirse al escenario. Uno de ellos es el encargado de botar un poco de la bebida en la tierra como acto de agradecimiento a la Pachamama.

Por otra parte, Awka Llakta encomienda su presentación a los guerreros nativos caídos en batallas o en el proceso de la conquista española, es así que invocan a los espíritus de Rumiñahui, Tupac Amaru, Atahualpa y de la fortaleza de los urkus como el taita Cotopaxi y la mama Tungurahua.

Pachacamac, por su parte, utiliza su cuerpo como una fuente de expresión, maquillan su rostro y brazos con simbología alusiva a la naturaleza, los mismos que se realizan con pintura natural de color negro. También purifican el escenario con incienso para disipar las malas energías.

¿A qué le cantan los metaleros paganos?

La magia, el misterio y la incertidumbre que se guardan alrededor de los mitos y las leyendas de los pueblos andinos, generan un apego y curiosidad con los rockeros paganos que mediante las historias que se tejen alrededor del hanan pacha y los seres inanimados, los seres de la noche, el lado místico de la naturaleza, se construye el contenido lirico, la imagen e identidad y apego ideológico de las bandas de yana anta.

Pachacamac, Awka Llakta y Arutam, le cantan a los cerros, los volcanes, la fuerza del viento cuando recorre los páramos andinos, al poder del agua, a las bondades de las plantas, a las figuras que se dibujan en el humo cuando se cocina en leña para las fiestas tradicionales, al duende, al niño Awka, a los aquelarres, a las brujas, a la Luna, al Sol, a las estrellas, al fuego, a la resistencia, a la libertad, a indígena, al cielo, al ser humano…

El Pawkar Raymi, el Inti Raymi, la fiesta de La Chonta, la fiesta del Maíz, la fiesta de La Jora, las fiestas del Yamor, el solsticio, los eclipses, la fiesta de los Lagos, son algunas de las celebraciones representativas que tiene su lugar en las letras de las canciones del yana anta.

Todas estas letras que son realizas en momentos de emotividad por parte de sus integrantes.

Estas historias ya en el escenario se entonan con sonidos propios de la naturaleza como el palo de lluvia, las pezuñas de vaca que sirve de instrumento musical y los instrumentos andinos que se unen con el doble bombo de la batería, a los riffs de las guitarras eléctricas, del bajo y la voz gutural mediante la que se siente la presencia de los guerreros milenarios.

‘Indígena libre es’

Grupo: Awka Llakta

Sobre las montañas va,
indígena libre es
Ya no quiere recordar
la esclavitud del ayer.

Aún guarda en el corazón
aquella vieja canción,
que su padre le enseñó
a cantar con libertad.

La Colonia lo marcó,
pero nunca le arrancó
su credo, su identidad
indígena libre es.

Sobre los andes nació,
indígena libre fue,
vino el blanco y le robó
su tesoro // y su poder.

La escritora

Viviana Herrera A., licenciada en Comunicación Social y Periodismo, militante del rock. Para mayor información revisar el proyecto de investigación: ‘Análisis semiótico de la música rock en las culturas indígenas de Ibarra, Cañar y Quito’.