La lucha contra las pandillas ha sido la principal acción de seguridad del Gobierno y la máxima carta propagandística del presidente de El Salvador.
Redacción SAN SALVADOR
El régimen de excepción, una polémica medida implementada en El Salvador para combatir a las pandillas y que suspende algunas garantías constitucionales, es un proyecto político que «a Bukele le ha servido para catapultarse a la reelección«, aseguró Samuel Ramírez, representante de familiares de detenidos.
El Salvador se encuentra bajo un régimen de excepción desde marzo de 2022, decretado tras una escalada de homicidios atribuida a las pandillas o maras en el país centroamericano. Esta medida se ha convertido en la principal acción de seguridad del Gobierno del presidente Nayib Bukele y en su máxima carta propagandística de cara a las elecciones presidenciales del 4 de febrero.
En dichos comicios, Bukele buscará su reelección inmediata y, de ganar, sería el primero en repetir en el cargo a pesar de que la Constitución no lo permite.
Situación compleja
El fundador de Movir opinó que la actual situación en la que se encuentra El Salvador es «muy compleja» y «de ganar (Bukele) las elecciones, pensamos que el régimen va a continuar porque es lo que le ha dado más rédito, no hay otra cosa».
Agregó que en El Salvador «no hay prevención de la violencia, todo es cárcel, represión y persecución» y enfatizó que el régimen de excepción «es una carta de presentación que le ha funcionado a nivel mundial a Bukele».
«Bukele es popular en todo el mundo por la forma en que vende el régimen y por decir que a las pandillas las tiene neutralizadas, aunque sabemos que ha negociado con ellas», sostuvo.
Cuestionó el papel de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) por «la falta de interés» para investigar sobre las capturas arbitrarias, los procesos judiciales «amañados» y las muertes en las cárceles bajo custodia. EFE
Proyecto político
«Si hablamos de político, el régimen de excepción es político, no es solamente por combatir la criminalidad, es un proyecto político que a Bukele le ha servido para catapultarse para una reelección. Él sabe que el régimen lo tiene a un nivel que puede ganar las elecciones y por eso lo vende de esa manera», comentó Ramírez.
Ramírez es un excombatiente, fundador y coordinador del Movimiento de Víctimas del Régimen (Movir), un grupo que surgió en agosto de 2022 y que defiende derechos humanos, según su fundador.
El Movir ha acompañado a familiares de personas detenidas de forma supuestamente arbitraria durante la medida de excepción.
De acuerdo con los datos oficiales, desde marzo de 2022 suman más de 75.100 las detenciones de personas acusadas de ser pandilleros o colaboradores, de las que más de 7.000 personas habrían salido en libertad condicional.
La cifra de privados de libertad muertos en El Salvador en custodia estatal llegó a 218, según la organización civil Socorro Jurídico Humanitario.